Un viento impetuoso de santidad…marcó celebración continental del Jubileo Extraordinario de la Misericordia

Desde el inicio de este encuentro sorprendió de manera amable y reconfortante del mensaje amoroso y profundo del Sumo Pontífice, quien marcó definitivamente la línea de apertura y el camino a seguir durante el congreso. Animó a los participantes y les dio claridad sobre su papel y compromiso al estar allí presentes.

Los invitamos a escuchar de nuevo el mensaje del papa Francisco dirigido a este encuentro del Jubileo extraordinario de la Misericordia en el Continente Americano:

El programa se cumplió a cabalidad. No se omitió detalle alguno. Monseñor Rino Fisichella marcó la entrada  de las ponencias con su tema : La misericordia tiene muchos rostros que representan su belleza, dos de ellos son la liturgia y el testimonio, afirmó el Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

Monseñor Rino Fisichella, explicó que eligió, entre los muchos rostros que representan la belleza de la misericordia, la liturgia y el testimonio, porque en el primero “se capta la verdad profunda de la misericordia como esencia de la Trinidad”, y el segundo muestra “la vida de los creyentes”, que como el corazón inquieto del que habla San Agustín, no se queda tranquilo hasta verse “convertido en instrumento de misericordia”.

La ponencia del cardenal Marc Ouellet, donde se destacó ala Iglesia como signo patente de la Misericordia fue magistral. O la disertación de monseñor Eduardo Chávez, quien se refirió a toda la historia de la Virgen de Guadalupe, su esencia, su legado, su mensaje de ayer y de hoy, patrona de la misericordia del continente americano. Y, las otras conferencias que día a día instruyeron, animaron conciencias y mostraron la misericordia de Dios. Todas dejaron mensajes claros de paz, de amor y sabiduría divina, de total misericordia puesta en acción.

Precursores de la “Iglesia en salida misionera”, los santos americanos

Para resaltar estuvo la historia de los Santos Americanos hombres y mujeres de Dios, con su carisma misionero e inspirados por el Espíritu Santo, quienes a través de su historia, de su legado, de sus sacrificios y amor , mostraron  el rostro del Padre e hicieron presente el Reino de Dios.

Visita a Obras de Misericordia Arquidiocesana

Con la alegría de poder vivir la experiencia de conocer  como la misericordia se hace viva en fundaciones y obras que trabajan en ayuda a los más necesitados; como adultos mayores abandonados, niños enfermos de cáncer o VIH, habitantes de la calle, prostitución, niños y jóvenes desprotegidos, entre otras, se cumplió la visita a 27 de estos centros a lo largo y ancho la ciudad capital.

En la tercera jornada del Jubileo Continental se realizó la visita de 27 obras de misericordia en la arquidiócesis de Bogotá, dispersas en distintos puntos de la ciudad, como parte de una experiencia que posibilitó descubrir por grupos, comunitariamente, el don de la misericordia de Dios que “camina en la ciudad”, en medio del pueblo, e invita a construir experiencias creativas que hagan posible una “Iglesia samaritana”, a ejemplo del “buen samaritano” del Evangelio.

Encuentro con los medios

Una conferencia de prensa se celebró al finalizar el encuentro, con la presencia del cardenal Marc Ouellet, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina CAL y el cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá  y primado de Colombia, presidente del CELAM.

Cita con los medios de comunicación eclesiales que marcó la pauta para concluir y analizar los frutos de esos cuatro días de trabajo, de disposición, de apertura a la Gracia del Señor.

Santo Rosario y Sagrada Eucaristía de cierre

El último día, en la parroquia de la Porciúncula al norte de Bogotá, se llevó a cabo el Santo Rosario Continental, como agradecimiento por todas las bendiciones recibidas. Acto seguido se celebró la Sagrada Eucaristía como cierre de este Jubileo Extraordinario de la Misericordia del Continente Americano, presida por el señor cardenal Rubén Salazar Gómez y el Cardenal Marc Oullet. También estuvieron presentes el representate del Papa en Colombia, Monseñor Ettore Balestrero, la asamblea en pleno, obispos, cardenales, laicos y participantes en general estuvieron presentes en un acto de humildad, regocijo, alegría pero sobre todo de apertura total y compromiso para llevar en cada región, encada país, en cada lugar, ese viento impetuoso de santidad seguido de mares inmensos de la Misericordia del Señor.