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Los obispos colombianos se reunen en su centésima asamblea

Los cien años del episcopado, la visita del papa Francisco y la participación de la Iglesia en el postconflicto, desde una óptica de la misericordia fueron los temas…

Monseñor Castro Quiroga hizo una breve, pero rica recopilación de los presidentes del episcopado durante estos cien años; destacó que cada asamblea ha sido “vigía de la Iglesia, factor de comunión, impulsora a la misión pastoral y promotora de la visión doctrinal orientadora de la sociedad” y pidió perdón por los errores que se hubiesen cometido en estas cien asambleas.

También habló de la reunión con el papa Francisco, que se realizó el pasado 23 de enero. Destacó que el pontífice calificó a nuestro país como “una mina de oro para la Iglesia” debido a la fe del pueblo y la cantidad de vocaciones, recordó que el Papa tiene muy presente los diálogos en la Habana y expresó su deseo de visitar a Colombia durante el 2017.

Misericordia en acción

El presidente del episcopado explicó que la misericordia, el perdón y la reconciliación son los tres grandes desafíos que hay para la Iglesia y que pueden ser el mejor aporte para el postconflicto. Subrayó que sólo a través de la misericordia se puede alcanzar el perdón y la reconciliación.

“Es imposible que quien tiene su corazón lleno de odio, de venganza, de revancha, pueda practicar la misericordia.  Por eso, debemos continuar favoreciendo el perdón y la reconciliación para construir comunidades reconciliadas y reconciliadoras”, afirmó el prelado.

En este marco, pidió a los obispos que la Iglesia “abra las puertas del corazón” para mostrar con hechos y traducir la misericordia en acciones concretas.

“Responder a estos tres desafíos es el mejor aporte que podemos dar como Iglesia y como Jerarquía al postconflicto, es decir, a la construcción de una nueva Colombia de la espiritualidad que promueve el perdón, la reconciliación y la misericordia y sobre una nueva cultura que promueve la forma de vida del buen ciudadano, la cultura de la vida y la prioridad del prójimo”, aseguró el arzobispo de Tunja.

Misericordia y justicia transicional 

En su discurso, el presidente del episcopado expresó su preocupación porque hay muchos colombianos que no han entendido el valor de la justicia transicional. En este marco invitó a los obispos del país para que “ayuden al clero y a los feligreses a entender el valor de la justicia transicional”. 

“La justicia transicional nos puede parecer muy blanda, muy poco justicia, muy dada a la impunidad, pero no es así.  Es una solución excepcional para responder a una situación extraordinaria. La justicia transicional es un paso importante para introducir la misericordia en los procesos penales.  Es como un sorbo de agua en un desierto.”, afirmó monseñor Castro Quiroga.

Así mismo invitó a la asamblea a reflexionar, en un marco de postconflicto, la ayuda que puede brindar la Iglesia a los jóvenes soldados y a los ex guerrilleros. “Ambos, cada uno de forma diferente como es obvio, requieren una ayuda tanto espiritual, como académica y social, para superar sus dificultades y ser capaces de dar un aporte más positivo a la sociedad y a la construcción de su futuro”, explicó el prelado.

Finalmente propuso a los obispos revisar un material que se está preparando para entender “el lenguaje de la Habana”. “Muchísimos colombianos encuentran dificultad para seguir el lenguaje de la Habana (…) por este motivo, estamos preparando un material de doble tipo, uno dirigido a los sacerdotes para que puedan iluminar a los feligreses sobre estos asuntos de paz y otros dirigido a todos los colombianos”.

 

Discurso de monseñor Castro

 

 

 Rueda de Prensa