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Inicio de una nueva vida consagrada al Señor

A propósito de la Constitución Apostólica: Vultum Dei Quaerere ,(la búsqueda del rostro de Dios) del papa Francisco, presentada hace pocos días al mundo, sobre la vida…

El Sumo Pontífice llama a las religiosas y contemplativas, las “ centinelas de la aurora”. Describiéndolas con valores fundamentales como el silencio, la escucha y la estabilidad… Y esto lo sabe Laura, esta nueva vida, respuesta a una vocación, que inició con las hermanas dominicas de Clausura de la Orden de Predicadores.

En el Monasterio de Santa Inés, todo se orienta a la búsqueda del rostro de Dios; todo tiende a lo esencial, porque es importante sólo lo que acerca a Él.

El recogimiento monástico significa atención a la presencia de Dios: “si uno se distrae en muchas cosas, se afloja el paso y se pierde de vista la meta” (Juan Pablo II, Discurso a las Monjas de clausura, Loreto 1995).

“La monja, apartada de las cosas externas en la intimidad de su ser, purificado el corazón y la mente mediante un serio camino de oración, de renuncia, de vida fraterna, de escucha de la Palabra de Dios y de ejercicio de las virtudes teologales, está llamada a conversar con el Esposo Divino, meditando su Ley día y noche para recibir el don de la Sabiduría del Verbo y, bajo el impulso del Espíritu Santo, hacerse con Él una sola cosa”.

Veamos a continuación un video completo sobre el inicio de una nueva vida en oración, una nueva entrega total a Jesús.

El Monasterio Santa Inés Tenjo-Cundinamarca con sus hermanas consagradas “las Inesitas” abrieron las puertas a Laura con un recibimiento fraterno, lleno de amor y de alegría en el paso una nueva vida: