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El Vaticano pone en marcha una web para ofrecer educación sexual a los jóvenes

Precisamente para cubrir un ámbito en el que los jóvenes pueden tener más preguntas o dudas sobre las enseñanzas de la Iglesia, el Vaticano acaba de responder con una…

Viene de la mano del Pontificio Consejo para la Familia y en parte es obra de monseñor Mario Iceta, El Obispo de Bilbao (España). La web se presentó en la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia, fruto del impulso del Papa Francisco con la exhortación "Amoris Laetitia", y quiere allanar el camino para el próximo Encuentro Mundial de las Familias de Dublín, en 2018.

Se trata de un curso titulado "El lugar del encuentro". Seis unidades con los que la Iglesia desea explicar a los jóvenes el plan de Dios sobre el amor, la afectividad y la sexualidad. Los padres pueden acudir a la web del Vaticano para educar a su hijos adolescentes sobre la sexualidad

Vivimos en un mundo hipersexualizado. Los niños y adolescentes reciben un bombardeo de imágenes, también en los colegios, y más en estos tiempos, en los que la ideología de género se impone en las aulas y en prácticamente todos los rincones de la sociedad.

La publicidad, la moda o la televisión, han conseguido que los niños y adolescentes se inicien en las relaciones íntimas a edades tempranas sin llegar a entender el verdadero sentido que las relaciones sentimentales conllevan. Los padres cada vez están más preocupados por sus hijos ante la escasa información existente que  y la enorme descarga ideológica que reciben. En este sentido, el Vaticano ofrece su ayuda a los progenitores para ayudar en la educación sexual, un importante caballo de batalla en estos momentos.

Se trata de un curso online titulado "El lugar del encuentro". Seis unidades con los que la Iglesia desea explicar el plan de Dios sobre el amor, la afectividad y la sexualidad.

Esta web se presentó durante la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia. Con ella, la Santa Sede pretende ofrecer “un itinerario de educación al amor que ayude a los jóvenes a descubrir la belleza de la entrega mutua y la búsqueda de la felicidad a través de la entrega del cuerpo y del espíritu”.

El manual, que fue presentado por el subsecretario del Pontificio Consejo para la Familia, monseñor Carlos Simón, es uno de los informes más completos que ha publicado el Vaticano sobre la sexualidad.

Seis unidades para hablar del amor de Dios. “Es difícil pensar la educación sexual en una época en que la sexualidad tiende a banalizarse y a empobrecerse. Solo podría entenderse en el marco de una educación para el amor, para la entrega mutua”. (Papa Francisco, Amoris Laetitia 280)

 El Lugar del Encuentro, web del Vaticano para los jóvenes

Así comienza el proyecto del Vaticano para ayudar a los jóvenes a entender el verdadero significado de la afectividad y la sexualidad:

”La Tienda”. El primer capítulo invita a los jóvenes a profundizar en que Dios es el origen y el destino de los hombres. Los jóvenes deben aprender a mirarse y definirse como personas, “desde la observación, el asombro y la experiencia de uno mismo”. Sólo de esta manera, conociendo “su inteligencia, su voluntad, sus deseos y sus afectos y su espiritualidad” podrán aceptar su propio cuerpo.

Las preguntas más frecuentes: ¿Quién soy yo?, ¿de dónde vengo?, ¿para quién soy?, ¿para qué existo? y ¿dónde voy? se responden esta primera unidad. Además, se habla de la doble condición del cuerpo humano: “tenemos cuerpo y somos cuerpo y sólo él está orientado hacia el amor”.

Cuando se empieza una relación surgen sentimientos y emociones “que es importante reconocer y aprender a integrarlos de forma adecuada”.

 “La varilla y los palos”. La segunda unidad analiza los encuentros con los demás y cómo reconocer que la sexualidad sólo “habla de una diferencia: hombre y mujer, que condiciona a todas las personas”.

Este tema explica la importancia de diferenciar los conceptos de sexo y sexualidad. “El sexo hace referencia a la condición orgánica del hombre y la mujer. La sexualidad es una dimensión específica del ser humano”, y por ello, nos hablan de la “complementariedad”.

Y es que cuando se empieza una relación surgen sentimientos y emociones “que es importante reconocer y aprender a integrarlos de forma adecuada”.

“Las piquetas”. El tercer apartado invita a los jóvenes a reflexionar sobre la libertad que  “nos ha sido dada como un regalo”. “Queremos hacer ver a los jóvenes que el ser libre no es hacer lo que uno quiere, sino tener la capacidad para hacer el bien y tener la capacidad de dar vida por los demás”

Explica la dificultad de los jóvenes de entender qué es la verdadera libertad, ya que al encontrarse en un “ambiente consumista y materialista, donde con las nuevas tecnologías todo es posible, creemos que estamos siendo libres cuando en realidadno lo somos”.

“Queremos hacer ver a los jóvenes que el ser libre no es hacer lo que uno quiere, sino tener la capacidad para hacer el bien y tener la capacidad de dar vida por los demás”, afirma el curso. Es aquí donde precisamente dónde “el ser humano encuentra su verdadera libertad”.

“Los tensores”. En este cuarto capítulo se explica que cuando las personas hacen mal uso de esta libertad comprenden que se cometen errores y producen heridas, que afortunadamente no son irreversibles. En este capítulo se intenta hacer ver que los seres humanos están hechos para “amar bien” y por ello, pretender hacer ver cuáles son las heridas del amor y cuáles son las herramientas para poder prevenirlas: la gracia y las virtudes.

“El noviazgo es un puente en el camino del amor hacia la entrega mutua en el matrimonio”. El sobre techo”. La quinta unidad profundiza sobre la dimensión moral de la persona, ayudándoles aser personas críticas con la necesidad de conocer la verdad sobre la dignidad humana, el sentido del cuerpo, el derecho a la vida o la maternidad. De esta manera, los jóvenes podrán colaborar en la sociedad para hacer un mundo mejor.

 “La puerta y la cremallera”. Por último, se explica queel amor, que es personal, se concreta en el matrimonio y por eso “el noviazgo es un puente en el camino del amor hacia la entrega mutua en el matrimonio”. Además, especifica que el sacerdocio y la vida consagrada también son una respuesta personal a ese amor.

La conclusión de la Iglesia y el mensaje para los jóvenes:el amor debe ser la vocación personal de todas la personas, sea cual sea el camino elegido porque “en nuestro camino no estamos solos”.