El papa Francisco comparte su alegría con artistas callejeros en el Jubileo del Espectáculo…

El Aula “Pablo VI” en el Vaticano, se convirtió en las últimas horas, en el escenario de los artistas callejeros que realizaron su espectáculo para celebrar su jubileo. Fueron momentos de esparcimiento, alegría y entretenimiento, lo mismo que de una función llena de talento y colorido.

Primero un grupo de bailarines de Kenia actuó a la llegada del papa Francisco. Después fue el turno de un titiritero que con marionetas provocó carcajadas a todos los presentes, incluido el Santo Padre que seguió con atención y diversión la representación.

Un tigre y una pantera desfilaron para el papa Francisco

También hubo música interpretada por el grupo chileno ‘el pastelito’, y las acrobacias de un grupo de jóvenes artistas y de cuatro hermanos con lo cual se cerró el espectáculo.  Incluso, un tigre y una cría de pantera desfilaron por el escenario y el papa Francisco se acercó a acariciarlos. Todo esto se desarrolló en un ambiente festivo y alegre como era propio para esta ocasión.

“Artesanos” de la fiesta, de la maravilla, de la belleza: con estas cualidades enriquecen la sociedad de todo el mundo, también con la ambición de alimentar sentimientos de esperanza y confianza. Así definió el papa Francisco a los feriantes, artistas callejeros y circenses que ha recibido este jueves en la audiencia dedicada a los participantes de este Jubileo del espectáculo ambulante y popular .

Y esto lo hacen, aseveró el Santo Padre, mediante exhibiciones que tienen la capacidad de elevar el alma, mostrar la audacia de ejercicios particularmente complicados, fascinando con la maravilla de la belleza y proponer ocasiones de sana diversión.

Asimismo, aseguró a los presentes que la “fiesta y la alegría” son signos característicos de su identidad, su profesión y vida, y que en el Jubileo de la Misericordia no podía faltar esta cita.

Además, el Santo Padre resaltó que estos artistas tienen un recurso especial ya que con sus continuos viajes pueden “llevar a todos el amor de Dios, su abrazo y su misericordia”. Pueden ser, comunidades cristianas itinerantes, testigos de Cristo que está siempre en camino para encontrar también a los más alejados.

Para finalizar, el papa felicitó a los presentes porque en este Año Santo, han abierto sus espectáculos a los más necesitados, a pobres y sin techo, presos y jóvenes desfavorecidos. También esto es misericordia, “sembrar belleza y alegría en un mundo a veces sombrío y triste”. Concluyó.