Colombia, Hospital de Campo para sanar heridas del alma

Y, esto fue lo que sucedió en la nunciatura apostólica en la ciudad de Bogotá, un grupo representativo entre víctimas, exactores de la violencia, sacerdotes y profesionales de diferentes áreas, abrieron su corazón a esta oportunidad de sanar heridas, recuperar la dignidad y encontrar el perdón.

Hospital de Campo, medicina para transformar el dolor

En un acto de reconciliación espiritual  y con motivo del Jubileo de la Misericordia, el señor cardenal Rubén Salazar Gómez y el señor nuncio apostólico de Su Santidad en Colombia, Ettore Balestrero, celebraron una eucaristía donde víctimas  y exintegrantes de grupos armados del país,  cruzaron de la mano, la puerta de la Misericordia.

A continuación las palabras del señor nuncio apostólico de su Santidad en Colombia, Ettore Balestrero, donde se refiere al significado del Hospital de Campo ; que desde la misericordia significa curar todas las heridas abiertas, porque allí se encuentra la medicina para transformar el dolor en conversión y sanar el sufrimiento:

Un ejemplo de sanación, perdón y apertura a una nueva vida nos lo presenta hoy el  Mayor General (R)  de la Policia, Luis Herlindo Mendieta Ovalle, quien estuvo secuestrado por las FARC durante 12 años, veamos a continuación su testimonio:

El acto de atravesar la Puerta Santa significó un signo de verdadera conversión del corazón, del paso del pecado a la Gracia, del rencor y de la venganza al amor y al perdón. Atravesar la Puerta Santa es construir un nuevo futuro para Colombia.

Abrir y transformar el corazón

“Dios es el único de que puede ayudarnos a transformar el corazón , para dejar ese corazón duro, de piedra ,para transformarlo en uno nuevo para que la puerta de ese corazón este siempre abierta, para no excluir a nadie, ni siquiera a aquellos que nos causan dolor y son agentes de violencia”. 

"Colombia ha sufrido demasiado, son décadas de violencia, ha llegado el momento a través del Jubileo de la Misericordia, de iniciar una historia nueva, donde el amor prime, donde nos reconozcamos hijos de Dios, hermanos, capaces de tendernos la mano y vivir en paz ,con solidaridad y construir una sociedad justa." Afirmó el señor cardenal Rúben Salazar.

Este acto de reconciliación,celebrado en la nunciatura apostólica fue un momento significativo para el país, ya que nos invita a participar en una nueva historia de Colombia, donde todos seamos capaces de pedir perdón al Señor y poder recibir el amor de Dios; para ser hombres renovados, para servir, ayudar y vivir en armonía construyendo en lugar de destruir.

Abrir nuestros corazones plenamente para que la visita del papa Francisco de muchos frutos, así concluyó la homilía el señor cardenal, Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, presidente del CELAM. A continuación homilia completa: