La comunidad se unió con entusiasmo y fervor, acompañando a Jesús victorioso en una procesión por las calles cercanas al templo. Cantos de alegría y rostros iluminados por la fe manifestaron la inmensa alegría de este día santo.

Luego nos reunimos para la Eucaristía solemne del Domingo de Pascua, presidida por nuestro párroco. En esta celebración central, proclamamos con júbilo la aleluya, renovamos nuestras promesas bautismales y participamos del banquete eucarístico, memorial de la Resurrección del Señor.

Que la alegría de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo continúe iluminando nuestros corazones y nuestras vidas durante todo el tiempo pascual y siempre. ¡Feliz Pascua de Resurrección!