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5-oct.-2024, sábado de la 26.ª semana del Tiempo Ordinario

«¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla!»

Agradable despertar al término de la semana e iniciando nuestro descanso, dándole gracias a Dios por todo lo que hemos recibido. 

Y ahora iniciando nuestra reflexión, nos ponemos en tus manos. Como sabemos, Job tuvo una vida algo traumática, pero a la misma vez, fue bendecido por el Señor al final de su vida más aún que al principio. La confianza y la fe en él va creciendo poco a poco, a pesar de todas las desgracias que le vinieron encima. Es más importante vivir agarrado a aquello que no pasa, a Aquel que —como el propio Job nos dice al comienzo del texto— “todo lo puede”. Dios a todo nos da una luz nueva, hace grandes bienes de grandes males; no se dedica a ponernos zancadillas para luego salvarnos, sino que la gloria de Dios es que el hombre viva y viva en plenitud. Esa plenitud que recibimos de Dios en la medida de que él sea el motor, el centro de toda nuestra existencia. 

Hoy te podemos dar gracias, Señor, porque al igual que Job confiamos en Ti. No nos sucederán acontecimientos tan trágicos como los de Job, pero que por lo menos nos dejan un ejemplo y un testimonio de confianza en ti y sabemos que después de las dificultades vendrán grandes bendiciones, pero confiando únicamente en Ti, Esta oración que haces hoy, Señor, para darle gracias al Padre celestial, nos demuestra cuánto nos amas y cuánto esperas de nosotros. Queremos corresponderte amando a nuestros hermanos y procurando hacer todo bien en humildad y en sencillez, pero ante todo abriendo nuestro corazón a tu querer. Que nuestra palabra en este día sea inspirada en las palabras de Job: “reconozco que lo puedes todo y que ninguna cosa es imposible para ti”. 

Hoy recordamos a Santa Faustina Kowalska, virgen, que nació el 25 de agosto de 1905 y fue llamada apóstol de la Divina Misericordia. Murió de tuberculosis el 5 de octubre en 1938, fue beatificada el 18 de abril de 1993 y canonizada el 30 de abril de 2000 por san Juan Pablo II; sus reliquias descansan en el Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia. 

Que nuestro fin de semana nos sirva para meditar tus palabras: «¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien!» Amén.

Con mucho cariño con mucha fe y esperanza ofreceré el rosario de aurora y la Eucaristía por todos nuestros hermanos enfermos, por nuestras familias y por la intención de cada uno de ustedes. Un muy feliz y santo fin de semana inspirados en el amor de María santísima nuestra madre, Y contando con su protección y auxilio. 

Pensamientos para el Evangelio de hoy (Evangeli.net)

* «No son las riquezas ni la gloria lo que reclama el corazón del niñito; lo que pide es amor. No puedo hacer más que una cosa: ¡amarte, oh, Jesús!» (santa Teresa de Lisieux).

* «¿A quién se lo quiere revelar el Hijo? La voluntad del Hijo no es arbitraria. El Hijo quiere implicar en su conocimiento de Hijo a todos los que el Padre quiere que participen de Él. Pero ¿a quién atrae el Padre? No a los sabios y entendidos, sino a la gente sencilla» (Benedicto XVI).

* «(…) Toda la oración de Jesús está en esta adhesión amorosa de su corazón de hombre al ‘misterio de la voluntad’ del Padre» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 2603)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.