Pasar al contenido principal

5-jul.-2024, viernes de la 13.ª semana del Tiempo Ordinario

«Misericordia quiero y no sacrificio; que no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores»

Esta mañana nos levantamos llenos de alegría y optimismo por el nuevo día que disfrutaremos gracias a tu bondad y generosidad. En tu misericordia, hoy, permite que lo vivamos en amor y fraternidad, en entrega y disponibilidad. Señor, Tú eres un Dios de misericordia. Tú avergüenzas a los santurrones y llamas a los pecadores a la tarea de llevar tu salvación a nuestros hermanos. Perdona las ocasiones en que caemos en nuestra soberbia, individualismo o egoísmo y asegúranos que podemos contar contigo y con tu amor, porque somos débiles y pecadores. 

Tú comías con recaudadores y pecadores porque ellos te necesitaban. Acepta nuestro sacrificio de tal forma que nuestros pecados sean perdonados y que vivamos en tu amor. Ayúdanos a ser compasivos, sin condenar a nadie, porque tú eres misericordioso con nosotros. No permitas que nos jactemos de nuestros logros porque todo lo debemos a tu gracia.

 «Misericordia quiero y no sacrificio; que no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores». Que estas palabras, cambien nuestras actitudes hacia los otros y también hacia nosotros mismos; que nos hagan comprensivos y bondadosos para con nuestros hermanos y —ante todo— justos en todo momento. Abre nuestras mentes y corazones para entender las palabras del profeta Amós, para ser justos y bondadosos especialmente con nuestros hermanos más necesitados. Que Nuestra Madre la Virgencita nos proteja y sea nuestro auxilio hoy y siempre. Amén. 

Un bendecido, alegre y justo viernes. 

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Mateo estaba «sentado en el despacho de impuestos» (v. 9). Notamos que el texto subraya que “se levantó”. ¿Por qué es tan importante este detalle? Porque en esa época quien estaba sentado tenía autoridad sobre los otros, que estaban de pie delante de él para escucharlo o, como en ese caso, para pagar el tributo. Quien estaba sentado, en resumen, tenía poder. Lo primero que hace Jesús es separar a Mateo del poder: del estar sentado recibiendo a los otros le pone en movimiento hacia los otros; no recibe, no: va a los otros; le hace dejar una posición de supremacía para ponerlo a la par con los hermanos y abrirle los horizontes del servicio. Esto hace y esto es fundamental para los cristianos: nosotros discípulos de Jesús, nosotros Iglesia, ¿estamos sentados esperando que la gente venga o sabemos levantarnos, ponernos en camino con los otros, buscar a los otros? No es cristiano decir: “Pero que vengan, yo estoy aquí, que vengan”. No, ve tú a buscarlos, da tú el primer paso. (…) Después de haberse levantado y haber seguido a Jesús, ¿dónde irá Mateo? Podríamos imaginar que, cambiada la vida de ese hombre, el Maestro lo conduzca hacia nuevos encuentros, nuevas experiencias espirituales. No, o al menos no enseguida. (…) Mateo vuelve a su ambiente, pero vuelve cambiado y con Jesús. Su celo apostólico no empieza en un lugar nuevo, puro, un lugar ideal, lejano, sino ahí, empieza donde vive, con la gente que conoce. Este es el mensaje para nosotros: no debemos esperar ser perfectos y tener hecho un largo camino detrás de Jesús para testimoniarlo; nuestro anuncio empieza hoy, ahí donde vivimos. (Audiencia general, 11 de enero de 2023)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.