«Levántate y resplandece, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti, las tinieblas cubren la tierra, pero sobre ti amanecerá el Señor y su gloria se verá sobre ti, caminarán los pueblos a tu luz y los Reyes al resplandor de tu aurora». Qué lindas palabras con las que Isaías nos muestra el camino de una solemnidad. Al amanecer de este día los Reyes Magos vieron la estrella que los guiaba e iluminaba. Hoy encontraremos nosotros esa estrella que eres tú mismo Señor; eres la luz que resplandece sobre cada uno de nosotros. Ya no hay tiniebla, ya no hay soledad, ya no hay tristeza, solo por contemplar la luz radiante de tu amor, de tu esperanza y de tu misericordia.
Gracias, Señor, por darnos la ocasión de poder caminar a tu lado gracias, Señor, porque hoy te presentamos estos regalos que no son oro, incienso y mirra sino nuestros corazones, nuestras vidas, nuestras familias, nuestros hermanos enfermos y necesitados, todos aquellos que viven en soledad y tristeza los que viven en desconsuelo hoy brilla esta luz hoy amanece esa luz para cada uno de nosotros. Gracias, Señor, por darnos la ocasión de caminar hacia ese encuentro esplendoroso contigo. Bendícenos y guárdanos en este día dedicado a ti Señor.
Mañana seguiremos descansando, pero tenemos la plena certeza y la seguridad de que tú estarás a nuestro lado te alabamos te bendecimos y te glorificamos te damos. Gracias, Señor. Amén.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Hermanos, hermanas, ¡abramos el corazón a la inquietud, pidamos el valor para avanzar en el camino y finalicemos en la adoración! No tengamos miedo, es el recorrido de los Magos, es el recorrido de todos los santos de la historia: recibir las inquietudes, ponerse en camino y adorar. Hermanos y hermanas, no dejemos que se apague en nosotros la inquietud de las preguntas, no detengamos nuestro caminar cediendo a la apatía o a la comodidad; y rindámonos, encontrándonos con el Señor al asombro de la adoración. Entonces descubriremos que una luz ilumina también las noches más oscuras, es Jesús, es la estrella radiante de la mañana, el sol de justicia, el fulgor misericordioso de Dios, que ama a todos los hombres y a todos los pueblos de la tierra. (Misa Epifanía 6 de enero de 2023)