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3-nov.-2025, lunes de la 31.ª semana del T. O.

«Más bien, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio. Entonces vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo» (Lucas 6,35)

Iniciamos nuestra semana con este día de descanso que generosamente nos regalas para poder compartirlo con las personas que amamos y aquellas a las que tú nos invitas a amar más. Gracias, Señor, por este descanso, por el día maravilloso que nos regalarás. Que ojalá nuestros sentimientos sean de amor, de entrega de disponibilidad y de servicio.

Ahora abre los oídos de nuestros corazones e ilumínanos con tu Santo Espíritu para escuchar tu palabra:  Nos sentimos inclinados a amar y a invitar con reciprocidad a los que nos aman e invitan. ¿Es esto amor genuino según el querer de Dios? El verdadero amor es gratuito, sin esperar nada a cambio, y abierto a nuestros hermanos, sobre todo a las más necesitados. Es bonito decirlo, pero difícil hacerlo. ¿Cuál es nuestra experiencia personal? ¿O somos indiferentes? Permite que nos regocijemos contigo y que acojamos a todos con brazos abiertos, a fuertes y débiles, a pobres y ricos.Que ojalá todos acepten tu invitación para que nos regocijemos y alegremos todos juntos como hermanos. Danos generosidad y apertura de corazón para no esperar más recompensa que la tuya. Sabiamente alguien dijo: si vas a hacer un favor, hazlo completo o sino no lo hagas porque ya no será favor. No esperes hacer el favor por interés o esperando recompensa”. Gracias, Señor, por permitirnos ser generosos y enseñarnos a amar como Tú nos amas. Hoy celebramos a san Martín de Porres, el santo de la obediencia, la humildad y la pobreza. Era mulato, lo cual le valió muchas discriminaciones. En el convento de los dominicos de Lima solo fue admitido como hermano lego, sin posibilidad de recibir el sacerdocio. Le dieron el encargo de enfermero, pero fue también un excelente catequista que inspiraban en su vida de oración especialmente la oración nocturna. Su santidad se manifestó a través del amor que mostró por los demás y la gran pureza de su vida. Murió en 1639. Él nos ayude a testimoniar nuestro amor a los más necesitados. Amén. 

Feliz y generoso lunes de descanso y ánimo y optimismo para iniciar labores mañana martes. 

Meditación del papa Francisco

A quien quiere seguirlo, Jesús le pide amar a los que no lo merecen, sin esperar recompensa, para colmar los vacíos de amor que hay en los corazones, en las relaciones humanas, en las familias, en las comunidades, en el mundo. Hermanos cardenales, Jesús no ha venido para enseñarnos los buenos modales, las formas de cortesía. Para esto no era necesario que bajara del cielo y muriera en la cruz. Cristo vino para salvarnos, para mostrarnos el camino, el único camino para salir de las arenas movedizas del pecado, y este camino de santidad, es la misericordia. La que Él nos ha dado y cada día tiene con nosotros. Ser santos no es un lujo, es necesario para la salvación del mundo. Y esto es lo que el Señor nos pide a nosotros.Queridos hermanos cardenales, el Señor Jesús y la Madre Iglesia nos piden testimoniar con mayor celo y ardor estas actitudes de santidad. (S.S. Francisco, 23 de febrero de 2014

ORACIÓN 

Señor, hoy me invitas a mirar más allá de mis intereses, a ofrecer sin esperar nada a cambio, a tender la mano a quien no puede recompensarme. Tu Evangelio me enseña que el verdadero amor no busca aplausos ni reconocimientos, sino que florece en el silencio del servicio desinteresado. Amén.

Reflexión del Evangelio escrita por Paola Treviño, consagrada del Regnum Christi.

Cristo nos dice que si hacemos una fiesta no invitemos a familiares ni a amigos, y entonces ¿a quién vamos a invitar? Él nos hace una invitación mucho más profunda; nos invita a salir de nosotros mismos, a servir a quien más lo necesita sin esperar nada a cambio. 

Hoy Jesús nos invita a abrir las puertas de nuestro corazón y de nuestra casa a toda persona; todavía más, Jesús nos invita a salir al encuentro de esas personas marginadas, solitarias o también a aquellas personas que no nos caen tan bien. 

Jesús nos invita a tener un corazón magnánimo, abierto a todos, que no haga distinciones; nos invita a que no busquemos recompensa por hacer actos de servicio.

Nuestra entrega, nuestro servicio tiene que ser sin compromiso alguno y como santa madre Teresa de Calcuta nos diría, si lo hacemos con una sonrisa, es todavía mucho mejor. Hoy los invito a hacer un acto de servicio sin esperar nada a cambio. 

Pregunta:

¿Qué tanto busco amar sin esperar algo a cambio, al estilo de Cristo?

Cita bíblica del día.

«Más bien, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio. Entonces vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo» (Lucas 6,35)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.