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26-jun.-2024, miércoles de la 12.ª semana del Tiempo Ordinario

... que no fructifiquen las malas semillas... que el maligno se empeña en sembrar mediante el engaño

Damos gracias por un nuevo día que comenzamos a disfrutar y que esperamos sea de servicio y entrega, de amor y fraternidad, según tu voluntad. En el jardín de nuestro corazón hay frutos buenos y malos, trigo y cizaña, bien y mal. A nosotros nos toca cuidar de nuestra tierra para intentar que las mejores semillas plantadas por el Padre celestial, germinen, crezcan y den fruto. Igual que hace el labrador, hay que remover la tierra para oxigenarla, hay que abonarla; hay que limpiarla de cizaña, plagas y malas hierbas. Ese es nuestro trabajo. Tenemos que intentar, con la ayuda de tu gracia, que no fructifiquen las malas semillas que han caído en nosotros y que el maligno se empeña en sembrar mediante el engaño. Tú nos dices: se acercan con «piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces». Ayúdanos, Señor, a ser auténticos, no falsos; fructíferos, no estériles; buenos, no egoístas. Sabemos que estamos a tiempo para que siga creciendo lo mejor que has plantado en nosotros; que con tu mano bondadosa y cariñosa nos cuidas, nos riegas con tu palabra llena de esperanza y quitas la mala hierba del egoísmo, el engaño, la pereza y los malos pensamientos. Que nuestros frutos sean los que Tú quieres de nosotros y nuestros hermanos esperan recibir. Bendícenos, guárdanos y protégenos.

!!!Cuidado con los falsos profetas!!! Cerremos los oídos del corazón para no dejarnos seducir. Amén. Un muy alegre miércoles, pleno de frutos abundantes y buenas obras. 

Tengamos presentes las palabras de san Pablo «Sé que después de mi partida, se introducirán entre vosotros lobos crueles que no perdonarán al rebaño; y también entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de sí. Por tanto, vigilad» (Hechos 20,29-30). 

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Esta es la clave para reconocer a los falsos profetas: «Por sus frutos los conoceréis». Es decir, «por su actitud: muchas palabras, hablan, hacen prodigios, hacen cosas grandes, pero no tienen el corazón abierto para escuchar la Palabra de Dios, tienen miedo del silencio de la Palabra de Dios». Son estos «los pseudocristianos, los pseudopastores», que «hacen cosas buenas», pero «les falta la roca». «Uno que sabe escuchar y tras escuchar hace, con la fuerza de la palabra de otro, no de la suya», este «permanece firme como la roca: aunque sea una persona humilde, que no parece importante», es grande. Y «¡cuántos de estos grandes hay en la Iglesia!» «¡Cuántos obispos grandes, ¡cuántos sacerdotes grandes y cuántos fieles grandes hay que saben escuchar y, tras escuchar, hacen!». (Homilía Santa Marta, 25 de junio de 2015)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.