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2-oct.-2024, miércoles de la 26.ª semana del Tiempo Ordinario

Al celebrar hoy a los santos Ángeles Custodios, profesamos nuestra fe profunda en tu protección y auxilio siempre presente.

Bendecidos en el amor de Dios por este despertar que nos regalas para darte gracias por todo tu cariño y generosidad al regalarnos un día más de vida para servirte y amarte en nuestros hermanos. Gracias por la ayuda que nos regalas en nuestros santos Ángeles Custodios, creados por Dios para el amparo y ayuda de cada uno de nosotros. Todos tenemos junto así un ángel como tutor y protector que vela por el bien y la salud espiritual y física. Son los mediadores de los mensajes divinos, iluminan acompañan y custodian en la verdad y en el bien a cada persona. Desde el bautismo, son amigos fieles, atentos, intercesores, intérpretes y caritativos; desde el momento de la Concepción hasta la hora final del encuentro con Dios. Sabemos que tú nos proteges, nos envías estos protectores para guiarnos, pero eres tú el verdadero Guía que nos llevas con tu Espíritu para elaborar y desarrollar nuestro proyecto de vida. Ayúdanos para que nosotros, seamos también “ángeles guardianes y guías para nuestros hermanos en el camino hacia a Ti.

Al celebrar hoy a los Ángeles Custodios, profesamos nuestra fe profunda en tu protección y auxilio siempre presente.

Que nuestro ángel custodio sea en nosotros la voz que nos prevenga contra el mal que podamos hacer y nos impulse a ser humildes, sencillos y hacer el bien y así permanecer en tu amor. Que este mismo ángel nos recuerde que tú nos conoces y nos amas a cada uno de nosotros. Nuestros Ángeles Custodios nos cuiden para que los pasos que demos sean seguros y estén acompañados por tu presencia. Nuestro amor y servicio sean motivo suficiente para alegrarte y confiar en nuestro ángel guardián. Amén

Un muy feliz, generoso y protector miércoles, bendecidos y protegidos por nuestros Ángeles Custodios y en tu presencia. 

No olvidemos la oración que aprendimos desde niños: Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche ni de día, no me dejes solo, que me perdería, hasta que me pongas, en paz y alegría, con todos los santos, Jesús y María, te doy el corazón y el alma mía que son más tuyos que míos. Amén. 

Pensamientos para el Evangelio de hoy (evangeli.net)

* «El consentimiento a la gracia depende mucho más de la gracia que de nuestra propia voluntad solamente; pero la resistencia a la gracia depende únicamente de la sola voluntad. Así de amorosa es la mano de Dios» (San Francisco de Sales)

* «Dios, para darnos el movimiento de su poder sin impedir el de nuestro querer, ajusta su poder a su suavidad y la libertad de nuestro querer» (Benedicto XVI)

* «(…) La vocación del hombre a la vida eterna no suprime, sino que refuerza su deber de poner en práctica las energías y los medios recibidos del Creador para servir en este mundo a la justicia y a la paz» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 2820)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.