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10-mar.-2025, lunes de la 1.ª semana de Cuaresma

Él es juez, Dios-hombre, pero Él es también el pobre [...] está presente en la persona de los pobres [...] El juicio será por el amor, por las obras, por la compasión.

Con el gozo de un nuevo día de una nueva semana que comienzan a hacer para cada uno de nosotros. Te damos gracias, Señor, porque nos das la ocasión de tener otro día de vida para vivirlo, para disfrutarlo, pero ante todo para compartirlo especialmente con los más necesitados. Gracias, Señor. 

En este día naciente, Tú nos encomiendas la tarea de amarnos unos a otros, porque tú eres santo y nos has amado antes de que nosotros pudiéramos amarte. Otórganos bondadosamente la sensibilidad propia para reconocerte en nuestros hermanos. Ayúdanos a dar testimonio de que el amor existe y está vivo y que tú, el Dios de amor, existes y vives y reinas.

Hoy nos invitas con estas seis sentencias a llevar a cabo tu obra de misericordia y de caridad, cuando nos invitas a compartir con el hambriento no sólo material sino con el que necesita saciarse de una palabra de aliento y consuelo; a calmar la sed del sediento de nuestra compañía y que seamos agua fresca que refresca. Danos, Señor, la ocasión de servir a nuestros hermanos, porque sirviéndoles a ellos te estamos sirviendo a Ti. Que no fijemos la mirada en apariencias, permítenos mirar en la mirada y el corazón de nuestros hermanos sus necesidades y apuros. Que esta semana, con tu ayuda y tu presencia, podamos practicar nuestras obras de misericordia y al final de la misma, encontremos la alegría y la satisfacción por todo lo realizado. Que en tu juicio podamos escuchar esas bellas palabras: «venid benditos de Mi Padre…». 

Bendícenos abundantemente y danos la gracia de tu amor. Un muy feliz y santo día y una caritativa y santa semana para todos. Abrazos y bendiciones. 

PALABRAS DEL SANTO PADRE

En la página evangélica de hoy, Jesús se identifica no sólo con el rey pastor, sino también con las ovejas perdidas. Podríamos hablar de una “doble identidad”: el rey-pastor, Jesús, se identifica también con las ovejas, es decir, con los hermanos más pequeños y necesitados. Y así indica el criterio del juicio: se efectuará sobre la base del amor concreto dado o negado a estas personas, porque él mismo, el juez, está presente en cada una de ellas. Él es juez, Él es Dios-hombre, pero Él es también el pobre, Él está escondido, está presente en la persona de los pobres que Él menciona precisamente allí. Jesús dice: «En verdad os digo que cuanto hicisteis (o no hicisteis) a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí lo hicisteis (o no lo hicisteis)» (vv. 40.45). Seremos juzgados por el amor. El juicio será por el amor. No por el sentimiento, no: por las obras, por la compasión que se hace cercanía y ayuda solícita. (Ángelus, 22 de noviembre de 2020)