En el camino de la vida nace un nuevo amanecer para cada uno de nosotros y ya es motivo suficiente para darte gracias porque comenzamos a ver, a sentir, a oír y palpar. Iniciaremos nuestras labores con entusiasmo con alegría y deseo y servicio a los demás.
Gracias, Señor, por estas palabras que en este día nos regalas para llevarlas a la práctica porque son llenas de sabiduría. Las palabras del maestro de sabiduría indican que el camino hacia la prudencia está integrado por: aceptar las palabras de Dios, conservar sus consejos, prestar oído a la sensatez, invocar a la inteligencia, buscarla como un tesoro… Y la meta: «comprenderás lo que es temer al Señor y alcanzarás el conocimiento de Dios».
Solo con los hilos que trenzan la virtud de la prudencia alcanzaremos la contemplación. Gracias, Señor, por enseñarnos la mejor manera de orar. Sabemos que no es nuestra iniciativa, esfuerzo y cualidades lo que hace que alcancemos la meta. También es parte de la prudencia comprender que es de Ti de quien proceden la sensatez y la inteligencia. Eres Tú quien nos protege como escudo. Permítenos dejarte la iniciativa, porque por ello entenderemos cuáles son las buenas obras a las que nos llamas. Que nuestra oración inspire lo que hacemos para cumplir a conciencia nuestras labores y para usar los talentos que nos has regalado en tu servicio y el de nuestros hermanos. Ayúdanos a comprender con tu sabiduría las palabras que nos regalas en el salmo 33: «Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad; apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella». Ayúdanos a caminar ligeros de equipaje y así poder llevar tu presencia y tu palabra. Bendícenos abundantemente en este día. Amén.
Un muy fructífero y santificado jueves. Abrazos y bendiciones.
LAS PALABRAS DE LOS PAPAS
Anunciar que Dios está cerca. ¿Pero cómo hacerlo? En el Evangelio Jesús aconseja no decir muchas palabras, sino realizar muchos gestos de amor y de esperanza en el nombre del Señor; no decir muchas palabras, sino realizar gestos: «Curad enfermos —dice— resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis: dadlo gratis» (Mt 10,8). Este es el corazón del anuncio: el testimonio gratuito, el servicio. (Papa Francisco – Ángelus, 18 de junio de 2023)