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SABADO SANTO - 2021

resucitado

"NO ESTÁ AQUÍ. HA RESUCITADO"

 

I.-LUCERNARIO Y PREGÓN PASCUAL

Hermanos y hermanas, ¡buenas noches! Nuestra comunidad cristiana se regocija ante la presencia de todos ustedes.

El Miércoles de Ceniza parece ya muy lejano. Fue entonces cuando comenzamos a recorrer el largo camino cuaresmal. Juntos hemos vivido días de oración, de penitencia, de privaciones, de reflexión, de vía crucis. Juntos hemos ido preparando la senda que desemboca en esta ocasión gloriosa. Esta es la noche de las noches. La noche por excelencia. A ella se refiere nuestro querido Beato Carlos Manuel Rodríguez cuando nos repetía, con insistencia: “¡Vivimos para esa noche!” Hoy, las tinieblas se desvanecen, la oscuridad queda derrotada, la muerte es vencida de modo definitivo y Cristo se alza victorioso ante su pueblo. Por ello nos reunimos en vigilia de oración a la espera de Cristo Resucitado, para escuchar la Palabra de Dios, para participar en los Sacramentos de la Iglesia, para celebrar con Cristo el banquete pascual.

La fiesta que estamos a punto de comenzar no es una celebración cualquiera. Nos encontramos ante la más importante y solemne de todas las fiestas. La liturgia de esta noche santa consiste en cuatro partes claramente definidas.

La primera parte, el Lucernario o Liturgia de la Luz, comienza con la bendición del fuego. Luego de encender el cirio pascual, el Lucernario termina con el cántico del pregón pascual.

Al Lucernario le sigue la Liturgia de la Palabra con la proclamación de las lecturas del Antiguo Testamento y dos del Nuevo Testamento.

La tercera parte de la celebración es la Liturgia Bautismal en la que serán bautizados nuestros catecúmenos (si los hay) y renovaremos nuestras promesas bautismales. La cuarta parte de la celebración es la Liturgia Eucarística cuando nos acercamos con Jesús Resucitado a la Mesa del Pan que Él mismo sirve para nosotros. ESTA TERCERA PARTE NO LA PODREMOS TENER POR LOS MOTIVOS QUE TODOS CONOCEMOS EL VIRUS.

Así, hermanos y hermanas, conscientes del momento admirable que vivimos, nos preparamos, nos ponemos de pie para dar inicio a esta noche gloriosa.

(Bendición del fuego - Preparación del Cirio Pascual -Procesión y Encendido de velas de la asamblea)

 

MONICIÓN AL PREGÓN PASCUAL

Iluminados con la luz del nuevo fuego pascual, repasaremos la historia de la salvación. Dios, en su infinita misericordia, ha querido que todas sus criaturas lleguen a contemplar su rostro. Esta historia maravillosa comienza con la Creación y alcanza su punto más elevado en la resurrección de Cristo. Como preparación para la Liturgia de la Palabra, gocémonos con el canto del Pregón Pascual que, con su fuerza y su belleza llega a estremecernos a todos.

PREGÓN PASCUAL

 

II.- LITURGIA DE PALABRA

MONICIÓN PRIMERA LECTURA: Génesis 1, 1-2, 2

Esta primera lectura relata el comienzo de la historia de la salvación. Dios crea todas las cosas, incluyendo al hombre y a la mujer, y queda complacido al mirar que todo cuanto ha creado es bueno. Toda la creación le ha sido confiada a la criatura por excelencia, el ser humano, para que se sirva de ella. Es el plan de Dios que el hombre y la mujer, creados a su imagen y semejanza, tengan vida abundante y le sirvan y honren en todo momento. Escuchemos con atención.

Lectura del libro del Génesis 1, 1-2, 2

En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.

Entonces dijo Dios: «Sea la luz». Y hubo luz.

Dios vio que la luz era buena; y Dios separó la luz de las tinieblas. Y Dios llamó a la luz día y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana: un día.

Entonces dijo Dios: «Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas»

Dios hizo la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión de las aguas que estaban sobre la expansión. Y así fue. Y Dios llamó a la expansión cielos. Y fue la tarde y fue la mañana: el segundo día.

Entonces dijo Dios: «Júntense en un lugar las aguas que están debajo de los cielos, y que aparezca lo seco». Y así fue.

Dios llamó a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas llamó «mares». Y Dios vio que era bueno.

Entonces dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semilla, y árboles frutales que den su fruto con su semilla sobre la tierra según su especie». Y así fue.

Y produjo la tierra vegetación, hierbas que dan semilla según su especie, y árboles que dan su fruto con semilla, según su especie. Y Dios vio que era bueno. Y fue la tarde y fue la mañana: el tercer día.

Entonces dijo Dios: «Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche, y sean para señales y para estaciones y para días y para años; y sean por luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra». Y así fue.

Dios hizo las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominio del día y la lumbrera menor para dominio de la noche. Hizo también las estrellas. Dios las puso en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para dominar el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que era bueno. Y fue la tarde y fue la mañana: el cuarto día.

Entonces dijo Dios: «Llénense las aguas de multitudes de seres vivientes, y vuelen las aves sobre la tierra en la abierta expansión de los cielos»

Y Dios creó los grandes monstruos marinos y todo ser viviente que se mueve, de los cuales, según su especie, están llenas las aguas, y toda ave según su especie. Y Dios vio que era bueno. Dios los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y multiplíquense, y llenen las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra». Y fue la tarde y fue la mañana: el quinto día.

Entonces dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes según su especie: ganados, reptiles y animales de la tierra según su especie». Y así fue.

Dios hizo las bestias de la tierra según su especie, y el ganado según su especie, y todo lo que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y Dios vio que era bueno.

Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra».

Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Dios los bendijo y les dijo: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra»

También les dijo Dios: «Miren, Yo les he dado a ustedes toda planta que da semilla que hay en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto les servirá de alimento.»

Y a todo animal de la tierra, a toda ave de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra, y que tiene vida, les he dado toda planta verde para alimento». Y así fue. Dios vio todo lo que había hecho; y era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día.

Así fueron acabados los cielos y la tierra y todas sus huestes.

En el séptimo día ya Dios había completado la obra que había estado haciendo, y reposó en el día séptimo de toda la obra que había hecho.

Palabra de Dios.

 

MONICIÓN TERCERA LECTURA Éxodo 14, 15-31, 15,1

Israel, el pueblo escogido por Dios, cayó preso bajo el régimen de los egipcios. Muchos años de esclavitud sufrieron los israelitas oprimidos por el yugo de Egipto. Pero, Dios, que es siempre fiel a sus promesas, interviene personalmente en la liberación de su pueblo. Muchas esclavitudes sufrimos hoy día quienes formamos parte del pueblo de Dios. Pero, por la resurrección de Cristo vemos a Dios obrando en nuestro beneficio y conduciéndonos de la esclavitud de la muerte a la libertad de la Vida Eterna. Escuchemos con oído atento.

Lectura del libro del Éxodo (Éxodo 14, 15-31, 15,1)

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: «¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha. Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto. Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de los guerreros. Sabrán los egipcios que yo soy el Señor, cuando me haya cubierto de gloria a costa del Faraón, de sus carros y de sus guerreros.»

Se puso en marcha el ángel del Señor, que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa, y transcurrió toda la noche sin que los ejércitos pudieran trabar contacto.

Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del este, que secó el mar, y se dividieron las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda. Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos, en medio del mar, todos los caballos del Faraón y los carros con sus guerreros.

Mientras velaban al amanecer, miró el Señor al campamento egipcio, desde la columna de fuego y nube, y sembró el pánico en el campamento egipcio. Trabó las ruedas de sus carros y las hizo avanzar pesadamente.

Y dijo Egipto: «Huyamos de Israel, porque el Señor lucha en su favor contra Egipto.»

Dijo el Señor a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mar, y vuelvan las aguas sobre los egipcios, sus carros y sus jinetes.»

Y extendió Moisés su mano sobre el mar; y al amanecer volvía el mar a su curso de siempre. Los egipcios, huyendo, iban a su encuentro, y el Señor derribó a los egipcios en medio del mar.

Y volvieron las aguas y cubrieron los carros, los jinetes y todo el ejército del Faraón, que lo había seguido por el mar. Ni uno solo se salvó.

Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar; las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda.

Aquel día salvó el Señor a Israel de las manos de Egipto. Israel vio a los egipcios muertos, en la orilla del mar. Israel vio la mano grande del Señor obrando contra los egipcios, y el pueblo temió al Señor, y creyó en el Señor y en Moisés, su siervo.

Palabra de Dios.

 

MONICIÓN SÉPTIMA LECTURA: Ezequiel  36, 16-28

El pueblo de Israel en el exilio se aleja de Dios, se torna desobediente y comienza a practicar la idolatría. La conducta del pueblo desacreditaba el buen nombre de Dios. Nuestra conducta y actitudes también pueden hacer que el mundo pregunte: “¿No son estos, acaso, los que se hacen llamar hijos de Dios?” Pero Dios no renuncia a su plan salvífico y nos redime, no por nuestros propios méritos, sino por su inmensa misericordia y por su amor sin límites. Escuchemos con corazón bien dispuesto.

Lectura del libro de Ezequiel 36, 16-28

El Señor se dirigió a mí y me dijo: “Cuando los israelitas vivían en su tierra, la profanaron con sus malas acciones. Su manera de vivir era para mí algo sucio y repugnante. Entonces descargué mi ira sobre ellos por los asesinatos que cometieron en el país y por la manera en que lo profanaron adorando a los ídolos, y en castigo de sus malas acciones los dispersé entre los demás países y naciones. Pero en todos los pueblos a donde llegaban ofendían mi santo nombre, pues la gente decía: ‘Estos son el pueblo del Señor, pero tuvieron que salir de su país. Entonces me dolió el ver que, por culpa de Israel, mi santo nombre era profanado en cada nación a donde llegaban

«“Por eso, dile al pueblo de Israel: ‘Esto dice el Señor: Lo que voy a realizar no es por causa vuestra, israelitas, sino por mi santo nombre, que vosotros habéis ofendido entre las naciones a donde habéis ido.» 

Yo mostraré ante las naciones la santidad de mi gran nombre, que habéis ofendido entre ellas; y cuando lo haga, reconocerán que yo soy el Señor. Yo, el Señor, lo afirmo. Yo os sacaré de todas esas naciones y países; os reuniré y os haré volver a vuestra tierra. Os lavaré con agua pura, os limpiaré de todas vuestras impurezas, os purificaré del contacto con vuestros ídolos y pondré en vosotros un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de vosotros ese corazón duro como la piedra y os pondré un corazón dócil. 

Pondré en vosotros mi espíritu y haré que cumpláis mis leyes y decretos; viviréis en el país que di a vuestros padres, y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.

Palabra de Dios.

 

MONICIÓN EPÍSTOLA ROMANOS 6, 3-11

Nos recuerda San Pablo que, por el Bautismo, hemos sido incorporados a Cristo y participamos de su misterio pascual. Cristo muere en la cruz y con ello propicia nuestra muerte al pecado. Cristo resucita y su resurrección es alegría para todos ya que, por su Victoria, tenemos Vida. Escuchemos gozosos, pues el triunfo de Cristo es nuestro propio triunfo.

Lectura del libro de los Romanos 6, 3-11

Hermanos:

Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.

Porque, si nuestra existencia está unida a Él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya.

Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y nosotros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado.

Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre Él.

Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios. Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

 

MONICIÓN AL EVANGELIO Según San Mateo 28, 1-10

El Evangelio contiene la gran noticia de la resurrección de Jesús. El sepulcro vacío y las palabras del Ángel son pruebas irrefutables. Las mujeres tendrán que llevar el mensaje de la resurrección a los discípulos, especialmente para Pedro.

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 28, 1-10

Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo y, acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. De miedo de él, los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Pero el ángel dijo a las mujeres:

«No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos y va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis. Ya os lo he dicho.»

Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, Jesús les salió al encuentro, diciendo:

«¡Salve! »

Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies y lo adoraron.

Entonces Jesús les dijo:

«No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.»

Palabra del Señor

 

ORACIÓN UNIVERSAL

A cada petición responderemos:

“Cristo Resucitado, escucha nuestra oración”

  1. Por la Iglesia y sus pastores: para que, confiados en el Espíritu Santo y a la luz de la Palabra del Señor, sean testimonio del amor de Cristo. Roguemos al Señor.
  2. Por los líderes de las naciones: para que, poniendo a un lado las diferencias e intereses personales, trabajen por la paz, la unidad y la justicia. Roguemos al Señor.
  3. Por los de ambulantes y los hermanos caídos en las garras del vicio: para que encuentren en nosotros el trato amable y solidario que necesitan y merecen. Roguemos al Señor.
  4. Por las madres solteras y las víctimas de la violencia doméstica: para que, fortalecidas con la acción del Espíritu puedan llevar a sus familias a buen puerto. Roguemos al Señor.
  5. Por los niños y jóvenes de nuestra comunidad: para que, con la ayuda de sus mayores, puedan abrir sus corazones a Jesús y hallen en Cristo Resucitado la respuesta a sus inquietudes. Roguemos al Señor.
  6. Por las víctimas del maltrato infantil: para que estemos alertas a sus circunstancias y atendamos con prontitud y eficiencia sus necesidades particulares. Roguemos al Señor.
  7. Por los pobres y abandonados: para que veamos en ellos el rostro del Cristo que sufre y asumamos, de una vez y por todas, nuestra responsabilidad fraternal. Roguemos al Señor.
  8. Por los afectados por el desempleo y el subempleo: para que encuentren, con la ayuda de sus hermanos, el trabajo digno que les permita satisfacer sus necesidades. Roguemos al Señor.
  9. Por todos los que ofrecen servicios profesionales: para que, iluminados con la luz del evangelio y fortalecidos por Cristo Resucitado, puedan realizar sus funciones con respeto, honestidad y sensibilidad. Roguemos al Señor.
  10.  10. Por toda nuestra parroquia Santo Tomás Apóstol: para que, animada por el misterio pascual que celebramos, se comprometa seriamente a ser luz y sal en todos nuestros ambientes. Roguemos al Señor.

 

IV.-LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

Con la Eucaristía llegamos al momento culminante, el más importante de la celebración de esta noche. Glorifiquemos y demos gracias al Padre porque en Cristo resucitado nos abre el camino de la vida.

 

EXHORTACIÓN FINAL

Te damos gracias, Padre, Señor de la vida,

porque Cristo resucitó hoy del sepulcro. ¡Aleluya!

Él es el lucero matinal que no conocerá ocaso.

Ésta es la noche venturosa que une cielo y tierra, cuando la muerte fue vencida por la vida.

Ésta es la noche en que por todo el universo los que confesamos nuestra fe en Cristo resucitado somos liberados del pecado y restituidos a la gracia.

¡Feliz culpa que nos mereció tal Redentor!

Éste es el día en que actuó el Señor, ¡aleluya!,

sea nuestra alegría y nuestro gozo, ¡aleluya! 

Amén.