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Escuchar y acoger primero, luego servir…

El papa Francisco centró el rezo del ángelus del día domingo, en el evangelio de Marta y María, aprovechó para hablar de la hospitalidad y denunciar cómo en muchos…

“La hospitalidad aparece verdaderamente como una virtud humana y cristiana, una virtud que en el mundo de hoy está en riesgo de ser descuidada”, subrayó el Papa durante el rezo del ángelus.

“Se multiplican los hogares de ancianos, pero no siempre en estos ambientes se practica una verdadera hospitalidad”, denunció. De hecho, “se da vida a varias instituciones que proveen a muchas formas de enfermedad, de soledad, de marginación, pero disminuyen la probabilidad para quien es extranjero, marginado, excluido de encontrar cualquier puesto disponible y escucharlo”.

Dentro de la propia familia, poca acogida al anciano

El Santo Padre también denunció que esto suceda “en la propia casa, entre los propios familiares” que “buscan encontrar más fácilmente servicios y cuidados diversos antes que escucha y acogida”.

En relación al evangelio, dijo: “Ambas ofrecen acogida al Señor, pero lo hacen de modo diverso. María se sienta a los pies de Jesús y escucha su palabra, en su lugar, Marta está afanada en preparar cosas”, explicó el Papa.

“En su afanarse y darse a hacer Marta se arriesga a olvidar lo más importante, es decir, la presencia del invitado, de Jesús”.

El sumo Pontífice, señaló que “el invitado no va simplemente servido, nutrido, acogido” sino que necesita “sobre todo que sea escuchado, atendido como persona, con su historia, con su corazón rico de sentimientos y pensamientos, para que así puede sentirse realmente en familia”

El Santo Padre pidió no olvidar que “también en la casa de Marta y María, Jesús, antes de ser Señor y Maestro, es peregrino e invitado”. Y por eso Jesús le dice “Marta, Marta, ¿por qué te preocupas y te agitas por muchas cosas que hacer por el invitado hasta olvidar su presencia?”.

En definitiva, “para acogerlo no son necesarias muchas cosas” sino solo una: “escucharlo, demostrarle una actitud de hermano, de modo que parezca que esté en familia y no en un refugio temporal”.