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Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y de Desarrollo

El 21 de mayo ha sido declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, a través de su…

A continuación les compartimos el mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova y posteriormente publicamos la presentación del folleto: "Para que los Pueblos indígenas y Afroamericanos tengan Vida" del Departamento de Cultura y Educación del CELAM, que hemos querido reseñar desde El Catolicismo con motivo de esta fecha ya que también desde nuestra Iglesia estamos llamados a integrar las realidades culturales y pastorales, respetando las diferencias y aceptando la diversidad como escenario para la inculturación del Evangelio.   

MENSAJE DE LA DIRECTORA GENERAL DE LA UNESCO, IRINA BOKOVA

 

Nuestra diversidad cultural es patrimonio común de la humanidad. Es una fuente de renovación de las ideas y las sociedades que nos permite abrirnos a los demás y concebir nuevas formas de pensar. Esta diversidad es una oportunidad para la paz y el desarrollo sostenible. 

En la recta final para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la UNESCO reafirma su alegato y su acción en favor del vínculo que une la cultura y el desarrollo sostenible. La resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2013, en que se reconoce el papel de la cultura como motor y facilitador del desarrollo sostenible, es una invitación para movilizar más aún el potencial de la diversidad cultural. Esta diversidad es un valiosísimo recurso para alcanzar los objetivos de desarrollo, ya se trate de combatir la pobreza, promover la igualdad de género, la educación de calidad o los derechos humanos, y debemos incorporarla plenamente en las estrategias mundiales de desarrollo sostenible. 

El Informe sobre la Economía Creativa de las Naciones Unidas, preparado conjuntamente por la UNESCO y el PNUD en 2013, mostró que el crecimiento de la economía creativa era de los más rápidos del mundo. En efecto, el comercio mundial de bienes y servicios creativos alcanzó en 2011 el nivel sin precedentes de 624.000 millones de dólares, dos veces más que en 2002. Nuestra diversidad cultural, que abarca desde la concepción hasta la producción de productos audiovisuales, desde el espectáculo vivo hasta los nuevos medios de comunicación, desde la edición hasta las artes visuales, es una diversidad creadora. Genera empleos e ingresos, lleva consigo identidades y referencias DG/ME/ID/2014/014 – pág. 2 colectivas, y contribuye, de esa forma, en nuestro mundo globalizado, a la cohesión social y a la autoestima. 

En esta doble índole, económica y cultural, radica el gran mérito de los bienes y servicios culturales. Es una especificidad que responde a la creciente demanda de políticas más integradas, capaces de incluir al mismo tiempo las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo. La cultura no es una mercancía más, y este principio reconocido en el plano internacional por la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, aprobada en 2005, es el hilo conductor para elaborar estrategias de desarrollo más innovadoras y más sostenibles. 

Vivimos en la era de los límites -límites de nuestros recursos, límites de nuestro planeta- y nuestra respuesta debe consistir en liberar el recurso renovable más poderoso con que contamos, la inteligencia y la creatividad humanas. Nuestra diversidad cultural es un estímulo para la creatividad. Invertir en esta creatividad puede transformar a las sociedades. Nos incumbe desarrollar en los jóvenes la educación y las competencias interculturales para mantener viva la diversidad de nuestro mundo y aprender a obrar juntos, en la diversidad de nuestras lenguas, culturas y religiones y generar así el cambio. Exhorto hoy a todos los Estados Miembros de la UNESCO a que transmitan este mensaje al más alto nivel, a fin de integrar la cultura y la diversidad cultural en la agenda de desarrollo sostenible después de 2015. Hagamos de la cultura una prioridad, ahora mismo. 

 

Folleto: “Para que los Pueblos indígenas y Afroamericanos tengan Vida”

En este Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, reflexionamos también sobre la riqueza pluriétnica y multicultural que identifica la población en nuestro Continente y el diálogo que surge a partir de sus experiencias de vida; de ahí nuestro interés de reseñar El folleto "Para que los Pueblos indígenas y Afroamericanos tengan Vida” el cual  se encuentra disponible en el Centro de Publicaciones del CELAM, los pedidos se pueden solicitar en: editora@celam.org

Presentación

Este trabajo Para que los Pueblos Indígenas y Afroamericanos tengan Vida publicación que surge del acompañamiento pastoral del Departamento de Cultura y Educación, es un hito importante para destacar la presencia de los pueblos Indígenas y Afroamericanos en la Iglesia de América Latina y El Caribe. Ella es el resultado de la reflexión permanente y de los encuentros periódicos que convoca el CELAM para reunir a los obispos y agentes de "pastoral Indígena" y "pastoral Afro" de las Conferencias Episcopales. Se trata de reflexionar y animar, una vez más, la vocación de integración de estas realidades culturales y pastorales, buscando la vida plena para todos los hombres y mujeres de nuestro Continente.

La rica realidad pluriétnica y multicultural que caracteriza la convivencia humana en nuestro Continente requiere, a su vez, una reflexión y dinámica intercultural que involucre a todos sus protagonistas. El Papa Francisco nos dice que, bien entendida, «la diversidad cultural no amenaza la unidad de la Iglesia [...]. No haría justicia a la lógica de la encarnación pensar en un cristianismo monocultural y monocorde» (Evangelii gaudium, nº 117).

La ancestral experiencia de los pueblos originarios y la pujante presencia de los afrodescendientes en América Latina y El Caribe son fuentes de reflexión y de experiencias muy significativas para compartir en este diálogo tan necesario. Y como se trata de un diálogo que nace del corazón de las comunidades cristianas, éste se anima e ilumina con la Palabra de Dios y la Eucaristía, imprescindibles para construir una sociedad más justa, fraterna y solidaria. Por lo tanto, nada más importante que fomentar, favorecer y ampliar este encuentro y diálogo de esas culturas, para lo cual se aportan esta selección de textos.

Porque es verdad que «la gracia supone la cultura, y el don de Dios se encarna en la cultura de quien lo recibe» (Evangelii gaudium, nº 115), deseamos que la presencia y participación proactiva de los pueblos Indígenas y Afroamericanos en la vida eclesial y social fecunde aún más los esfuerzos para que los pueblos, por el alegre anuncio del Evangelio de Jesucristo, tengan comunión y vida y la tengan en abundancia.

+ Mons. Santiago Silva Retamales
Obispo auxiliar de Valparaíso - Chile
Obispo Secretario General del CELAM

Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM
Departamento de Cultura y Educación