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Un profeta en su tierra

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XIV Domingo del Tiempo Ordinario CICLO B

- 6,l   Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos.

- v. 2  Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: “¿De donde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos?

- v. 3  ¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?”  Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo.

- v. 4  Por eso les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa”

- v. 5  Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos.

- v.  6a Y el se asombraba de su falta de fe.

                                                                                                  Mc. 6,1-6a

                                                                                                      

Introducción

El texto de este domingo, que marca la actividad de Jesús en Nazaret, está construido en base a contrastes. A los discípulos que “seguían” a Jesús, se oponen los nazarenos que no querían creer. A la extrañeza de sus copoblanos ante las enseñanzas de Jesús, se opone la sorpresa del mismo Jesús por su falta de fe. A los milagros que los de Nazaret atribuyen a Jesús, se opone el hecho que no pudo hacer allí ningún milagro.

Además, en el evangelio aparecen dos motivos presentados por los nazarenos, para justificar su falta de fe.  a) Jesús les parece demasiado sencillo como para ser el enviado de Dios. ¿Cómo un humilde carpintero a quien todos conocen desde la infancia, puede hablarles de Dios?   b) Desconfían  de su “sabiduría”. Jesús se presenta como un profeta, sin ningún antecedente religioso que lo avale.

 

Aportes para la Lectura:

- v. 1  Desde la casa de Jairo en Cafarnaún, Jesús se dirige a Nazaret, su pueblo. Había nacido en Belén, pero se puede considerar a Nazaret como su tierra. En esta oportunidad su intención no era visitar a sus parientes, sino de llevar la “Buena Noticia” a sus copoblanos, acompañados por sus discípulos.

 

- v. 2  La frase “cuando llegó el sábado” implica que Jesús había llegado a su pueblo unos días antes. Curiosamente y muy por el contrario de lo ocurrido en otras ocasiones (Mc. 1,33 . 45 ; 2,13 ; 3,7 ; 4,1; 5,21), sus habitantes no salen a recibirlo. Le escuchan en la sinagoga al asistir a la celebración del día sábado. Jesús, como buen judío, concurre también a la sinagoga y aprovecha la asamblea local para dirigirse a ellos y comunicarle su mensaje.

Las sinagogas eran los lugares de oración y de estudio de las Sagradas Escrituras que tenía el pueblo judío. El término sinagoga deriva de la palabra griega “sinagoge” que significa reunión o asamblea.

La celebración de los sábados comenzaba con el “shemá”, que es la oración tradicional de los judíos: “Escucha Israel, el Señor nuestro Dios, es el único Señor” (Dt. 6,4).

Se leía después un trozo de la Torah (Ley, nuestro Pentateuco) en hebreo, el idioma oficial, que luego era traducido al arameo, el idioma de la comunidad. Los judíos tenían su Ley dividida en 156 partes, de manera que con la lectura de un pasaje cada sábado, en el término de tres años, era leída completa.

Después de la oración, seguía la plegaria de las dieciocho bendiciones y a continuación se proclamaba el texto de un profeta, que a invitación del jefe de la sinagoga, al no haber predicador oficial (Lc.4,16), uno de los participantes lo comentaba. En varias ocasiones Jesús aprovecha esta circunstancia para, al comentar la lectura, hacer conocer su mensaje.

La multitud que seguía a Jesús, se maravillaba ante sus palabras y, sobre todo, ante sus obras (Mt. 7,28 . 9,33 ; Mc. 7,37). Pero el asombro se mezclaba con el temor (Mt.9,8 . Mc.4,41 . Lc. 8,37).

- v. 3  Según la traducción del griego original, carpintero tiene un sentido más amplio: “artesano” que incluye las funciones de artesano, carpintero, albañil, herrador. Pero ya los primeros cristianos de Palestina decían que Jesús había sido “carpintero”.

Este texto, trae un poco de confusión al hablar de “hermanos” y “hermanas” de Jesús, dato que estaría reñido con el de la virginidad de María. Debemos tener en cuenta, que el idioma hebreo es particularmente pobre para expresar los grados de parentesco.  La palabra hebrea “ahh”, no se aplica solamente al hermano de sangre, propiamente dicho, sino a un pariente cualquiera: sobrino, primo, tío, etc.). Además se aplica el mismo término a los que pertenecen a un pueblo de la misma raza o simplemente a un amigo.

De hecho, Jesús y sus apóstoles dieron el nombre de “hermano” a todos los cristianos.

 

Con la palabra “escándalo” se designa la piedra con la que alguien tropieza y cae. En la Biblia se utiliza la palabra en el sentido de obstáculo, sobretodo para aquellos que quieran encontrar el camino de la fe.

- v. 4  Cuando Jesús dice que un profeta es despreciado solamente en su tierra, en realidad no estaba afirmando algo que sucedía siempre, sino que tomó un refrán popular para que se dieran cuenta de los que estaba sucediendo en ese momento: que fuera rechazado porque no fueron capaces de descubrir la grandes cosas que a veces se presentan en medio de la sencillez de los actos cotidianos.

- v. 5   A causa de la falta de apertura del corazón de sus compatriotas, Jesús no puede hacer ningún milagro allí, pero sí puede realizar algunas curaciones en aquellos que le dejaron obrar. Jesús trae la salvación para toda la humanidad, pero para recibirla es necesario la repuesta de la fe, que a ellos les faltaba. La fe es la apertura permanente, incondicional, para recibir la salvación que Dios ofrece.

 

Aportes para la Meditación:

 

Jesús intenta predicar su mensaje a sus compatriotas, pero éstos en vez de aceptarlo y abrirle su corazón, lo prejuzgan y desconfían de su sabiduría por su origen de familia modesta. Jesús se presenta como una persona común y por eso su gente es incapaz de reconocer en El, al enviado de Dios.

Al pueblo de Nazaret le faltaba fe para escuchar las Palabras de Jesús. ¿En mi vida, como hago para crecer en fe? ¿Y en mi comunidad?

Cuando nos sentimos agobiados o afligidos por el momento que nos toca atravesar personalmente o en comunidad ¿Dejamos que Jesús obre en nosotros y nos sane? ¿De que manera?

¿Es fácil reconocer a Jesús en nuestras comunidades o fuera de ellas? ¿En que situaciones o personas, hoy podemos descubrir el paso de Jesús? ¿Tenemos la suficiente fe para recibir a Jesús en nuestro corazón?

            Nuestra fe ¿es sencilla? ¿intentamos descubrir a Dios en los momentos cotidianos? o ¿estamos esperando grandes milagros?

            Cuando Jesús debe actuar en nuestra vida de pecado, debilidad ¿lo dejamos actuar? O solamente ¿lo buscamos para que nos ayude en las otras cosas de la vida?

 

 

 

 

Modelo de Oración:

 

Señor:

Toca mi corazón y no permitas

que sea una “piedra de escándalo”

que impida a mis hermanos

encontrar el camino de salvación.

concédeme una fe profunda

para que nunca desconfíe de tu amor,

de tu ayuda, de tu misericordia,

de tu poder y de tu sabiduría.

 

 

 

Contemplación/Compromiso.

            En el último paso de la Lectura Orante nos parece bueno recomendar que dejemos unos cuantos minutos para contemplar todo lo que el Señor nos ha dicho con su Palabra, lo que le hemos dicho a través de la oración, y sobre todo descubrir a qué nos comprometemos, qué acción para transformar nuestro pequeño mundo realizaremos. Siempre debe ser algo muy concreto y en coherencia con lo que el Señor nos pide en su Palabra.

 

 

 

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