En medio del duelo que embarga a la Iglesia universal por la partida de Su Santidad el Papa Francisco, la Arquidiócesis de Bogotá —por voz de su arzobispo, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, y de sus obispos auxiliares— dirige una carta pastoral que busca iluminar y acompañar a los fieles en este momento histórico. El texto, arraigado en la esperanza pascual y en la certeza de que «hay un solo cuerpo y un solo Espíritu» (Ef 4, 4‑6), combina gratitud por el legado del Pontífice con una convocatoria a la oración, la unidad eclesial y el compromiso misionero.
