El Jueves Santo a las 5:30 p.m. con la Santa Misa de la "Cena del Señor” iniciamos el Triduo Pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, que es el culmen de todo el año litúrgico y también el culmen de nuestra vida cristiana.
Jesús, en la vigilia de su pasión, ofreció al Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las formas del pan y del vino y, donándolos como alimento a los apóstoles, les ordenó que perpetuaran la ofrenda en su memoria. El Evangelio de esta celebración, recordando el lavatorio de los pies, expresa el mismo significado de la Eucaristía bajo otra perspectiva. Jesús, como un siervo, lava los pies de Simón Pedro y de los otros once discípulos. El Párroco, Monseñor Jorge Ayala, hizo este mismo gesto, y lavó los pies a doce miembros de las diferentes cofradías.
Finalizada la celebración tuvo lugar la reserva solemnemente de la Eucaristía al Monumento, donde permaneció para la oración y adoración hasta las 12:00 m del Viernes Santo.