El Día Mundial de la Sexualidad nos recuerda que la forma más sana de vivir empieza en el amor propio y el autocuidado. Cuando aprendemos a respetar nuestro cuerpo, escuchar nuestras emociones y reconocer nuestro valor, construimos una sexualidad más libre, consciente y saludable. Por eso, Hablar de sexualidad es también hablar de bienestar integral, porque cuidar de nosotros mismos en este aspecto es sembrar paz en la mente, fortaleza en el corazón y dignidad en nuestras relaciones.
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