Desde 1914 la iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado (JMMR) con el objetivo de fomentar la preocupación por aquellas personas vulnerables que se encuentran en movimiento, migrantes que enfrentan a diario desafíos y dificultades que los exponen cada vez a un mayor riesgo.
La Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, un departamento de vaticano orientado a la acción pastoral y dirigido personalmente por el Papa Francisco presentó el tema de este año: “Construir el futuro con los migrantes y los refugiados”.
Un mensaje que se enfatiza en el compromiso que se debe tener con los que se encuentran forzados a migrar, asegurando que no sean excluidos y que de lo contrario sean reconocidos no solo como una población que requiere atención, sino como una comunidad que puede aportar al crecimiento social, económico, cultural y espiritual de todos.
Esta fecha es celebrada el último domingo del mes de septiembre, en el que se espera la ocasión logre sensibilizar a la población sobre los procesos de desplazamiento. Es por ello que la Sección de Migrantes también anunció una campaña de comunicación destinada a promover una comprensión profunda del tema.
Es de gran importancia motivar a la reflexión y por ello se invita a hacer parte de las distintas acciones que siembren la solidaridad con el otro.