Saludamos con gozo la luz de un nuevo y te damos gracias por todo lo que podremos realizar para gloria de tu Nombre.
Hoy nos regalas una muy bella enseñanza en tu palabra y en el camino que hemos escogido. Señor, si no aprendemos a llevar tu cruz no podemos ser tus discípulos; por eso danos fuerza y valor para que estemos dispuestos a seguirte hasta el fin. No podemos ser tus discípulos a no ser que estemos dispuestos a renunciar a todo aquello a lo que estamos apegados. Con tu paciente misericordia perdona nuestra cobardía y nuestras faltas. Acompáñanos en nuestro viaje por el camino de la vida. Hemos aceptado tu invitación a seguirte como discípulos tuyos. Que tu Espíritu nos dé la sabiduría y la fortaleza para tomar en serio nuestra fe y aceptar nuestra misión en la vida con todas sus consecuencias. Que Tu Espíritu nos ayude a seguir tu camino sin miedo ni desaliento, porque estamos seguros de que nos lleva a Ti. Ayúdanos a recordar que negarse a sí mismo es una invitación a olvidarnos de nosotros mismos y de nuestros propios intereses para fijar nuestra mirada únicamente en cumplir tu voluntad y la del Padre celestial. Gracias por este día maravilloso en que nos permites descansar y nos regalas tiempo para meditar y saber elegir el camino que debemos seguir. Nuestra fe y esperanza colocadas en Ti. Bendícenos abundantemente y guíanos. Amén.
Un muy feliz y decidido Domingo