Grato amanecer el que nos regalas en este día, Señor. Ayer teníamos la inmensa alegría de celebrarte en tu Sagrado Corazón y hoy nos das la dicha de celebrar a tu Santísima Madre en su Inmaculado Corazón. Gracias por tu ternura y bondad, porque en el ejemplo que nos regalas de nuestra Madre Santísima encontramos su corazón de bondad, de ternura y ante todo de obediencia para cumplir la santa voluntad del Padre celestial. En su Inmaculado Corazón encontramos consuelo en nuestros momentos de tristeza y al igual que tu Corazón está lleno de bondad y de amor; ella guarda en su inmaculado corazón nuestros momentos de alegría y felicidad, de tristeza y soledad y sigue siendo nuestra intercesora. Perdónanos, Madre, los momentos en que te hacemos sufrir a causa de nuestros desvíos del camino recto, de nuestra falta de amor y comprensión a nuestros hermanos y de nuestras desobediencias a la voluntad de Dios. Ayúdanos a cumplir tus palabras: «HACED LO QUE EL OS DIGA». En tu Santo Regazo nos colocamos y en tu Santo Manto protégenos. Amén.
Un muy feliz, santificado y prolongado fin de semana. Abrazos y bendiciones. La Solemnidad de san Pedro y san Pablo la celebraremos mañana Domingo.