Te damos gracias en este nuevo día que nos regalas por esta semana que hemos podido vivir en reflexión interior y sobre todo en la alegría de saber que vuelves a resucitar y estás vivo en medio de nosotros. Al iniciar hoy nuestra jornada lo hacemos renovados en nuestro corazón y nuestros sentimientos ahora sentimos el deseo de dar testimonio de tu resurrección, del amor con que nos has amado y nos sigues amando, de tu servicio generoso y de tu entrega incondicional.
El descubrimiento de tu sepulcro vacío suscita la búsqueda, hace preguntarse por la presencia del crucificado. Tú mismo sales al encuentro saludas: «alegraos». También les dijiste «no tengáis miedo». Te haces el encontradizo con las mujeres que han ido a visitar el sepulcro. Tú sigues presente y te haces visible, te das a conocer con una invitación a la alegría. Has vencido a la muerte y estás plenamente vivo. Nuestro corazón está contento y se regocija y nos sentimos seguros en nuestra fe porque tenemos una persona viva en la que creer: Tú resucitado de entre los muertos.
Sigue mostrándonos el verdadero camino de la vida para que vivamos en la alegría de tu presencia y sigamos teniendo la gracia de ser tus testigos, de manera que podamos proclamar con nuestra vida entera que eres Nuestro Señor, Glorioso y Resucitado. Ayúdanos a iniciar nuestra jornada y nuestra semana, con alegría y optimismo demostrando que ¡TÚ HAS RESUCITADO! Amén.
Una muy feliz y santificada semana y un exitoso día. Abrazos y bendiciones abundantes.
Oración para nuestro PAPA FRANCISCO: «Siervo fiel y servidor, pasa al Banquete Celestial».