
16-mar.-2023, jueves de la 3.ª semana Cuaresma
«El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama» (Lc 11, 23)
En este día que comienza a nacer, qué bueno poder manifestar la alegría de saber que lo iniciamos en la presencia y en el cumplimiento de la voluntad de Dios, que desea, lo vivamos en amor y entrega, en fraternidad y solidaridad.
Al dirigirte nuestra oración, lo hacemos con plena convicción de caminar en tu presencia y poder servir con alegría. Danos tu santa bendición y la capacidad de escuchar tu voz y no endurecer nuestro corazón. Permítenos caminar en el camino que tú nos señalas y, ante todo, que recojamos generosamente la cosecha que tú quieres y no desparramemos con indiferencias o egoísmos. Que hoy te agrademos en todo.
“Escuchen mi voz”, dice Dios por medio de su profeta Jeremías; y después se queja de que el pueblo de Dios no quiere escuchar. Se escuchan a sí mismos y siguen sus propios caminos. Te damos gracias que nos hayas hecho tu pueblo, pero queremos pedirte que hagamos lo posible para vivir como pueblo querido de Dios, abriendo los oídos del corazón, escuchando tu palabra para que seamos signo de unidad y no de división. Que el jueves vocacional se convierta también en testimonial. Bendícenos en tu amor y misericordia. Amén.
Feliz día, colmado de bienestar y felicidad.
Cuando Jesús hacía milagros y curaba a los enfermos, la gente obstinada decía que era por el poder de Belcebú, el jefe de los demonios. Primero, uno se niega a escuchar al Señor y luego lo desacredita. Este es el penúltimo paso del rechazo al Señor. El último paso del que no hay retorno es la blasfemia contra el Espíritu Santo, señalando la advertencia de Jesús al final del Evangelio. Así como el profeta termina con las palabras claras - "La fidelidad ha desaparecido" - así también Jesús termina con las palabras que pueden ayudarnos: "Quien no está conmigo, está contra mí"... Este es el tiempo de la misericordia, es el tiempo de la misericordia del Señor: abramos nuestro corazón porque Él está en nosotros (homilía del papa Francisco).
En la vida estamos siempre en camino. ¡Elijamos el camino de Dios! Descubriremos que no hay imprevistos, no hay cuestas, no hay noches que no podamos afrontar con Jesús.