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12-sep.-2025, viernes de la 23.ª semana del T. O.

«No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado será como su maestro» (v. 40). Es una invitación a seguir su ejemplo y su enseñanza...

Señor, qué bello es amanecer y saber que estás a nuestro lado y sentir la felicidad de que nos bendecirás y guiarás nuestros pasos en este día. Danos ojos limpios y claros para mirar dentro de nuestro corazón y nuestra conciencia, pero empáñalos tenuemente con las sombras del amor cuando veamos las faltas de los que nos rodean. Tú haces brillar tu luz en nuestra oscuridad; abres los ojos de los ciegos. Danos, como tu mejor don, tu amor y tu bondad para que abras nuestros ojos a tu amor que perdona, y a tu bondad presente en nuestros hermanos. Ayúdanos a aceptarnos mutuamente en nuestra cotidianidad y a cubrir los defectos de los otros con el suave manto de la comprensión y el amor. Que sepamos vencer al mal con el bien.

En este maravilloso día celebramos el santísimo nombre de María.  San Luis María Griñón de Montfort, cuenta que la virgen, llevando sobre el pecho, la salutación Angélica, escrita en letras de oro, se le apareció a santa Matilde y le dijo el nombre de María —que significa señora de la luz— indica que Dios la colmó de sabiduría y luz, como astros brillantes para iluminar los cielos y la tierra. María, en consecuencia, es el nombre que evoca la obra de la salvación. Quien pronuncia con amor esa sencilla palabra, “María”, sabe que en ella está contenido el gran misterio del amor de Dios. Gracias, Madre, porque al pronunciar tu dulce nombre sentimos el amor que nos tienes, que nos guardas protegidos en tu santo regazo y nos cubres con tu manto sagrado. Que en este día tengamos sentimientos de caridad y fraternidad y no miremos tanto los defectos como las cualidades de nuestros hermanos y veamos en ellos tu imagen de verdaderos hijos del Padre celestial. Permítenos sacar la mota del ojo de nuestros hermanos, sabiendo que ya hemos removido la viga de los defectos en nuestros ojos. Bendícenos abundantemente. Amén. 

Bendecido viernes llenos de fraternidad y solidaridad.

PALABRAS DEL PAPA

El pasaje del Evangelio de hoy presenta parábolas breves, con las cuales Jesús quiere señalar a sus discípulos el camino a seguir para vivir sabiamente. Con la pregunta: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?» (Lc 6, 39), quiere subrayar que un guía no puede ser ciego, sino que debe ver bien, es decir, debe poseer la sabiduría para guiar con sabiduría, de lo contrario corre el peligro de perjudicar a las personas que dependen de él. (…) Y Jesús toma prestada una expresión sapiencial para indicarse como modelo de maestro y guía a seguir: «No está el discípulo por encima del maestro. Todo el que esté bien formado será como su maestro» (v. 40). Es una invitación a seguir su ejemplo y su enseñanza para ser guías seguros y sabios. (…) En el pasaje de hoy encontramos otra frase significativa, que nos exhorta a no ser presuntuosos e hipócritas. Dice así: «¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?» (v. 41). Muchas veces, lo sabemos, es más fácil o cómodo percibir y condenar los defectos y los pecados de los demás, sin darnos cuenta de los nuestros con la misma claridad. (…)  Debemos ser conscientes de ello y, antes de condenar a los otros, mirar dentro de nosotros mismos. Así, podemos actuar de manera creíble, con humildad, dando testimonio de la caridad. (Papa Francisco – Ángelus, 3 de marzo de 2019)

Pensamientos para el Evangelio de hoy (evangeli.net)

* «Procurad adquirir las virtudes que creéis que faltan a vuestros hermanos, y ya no veréis sus defectos, porque no los tendréis vosotros» (san Agustín).

* «La oración y los sacramentos nos obtienen aquella luz de verdad, gracias a la cual podemos ser al mismo tiempo tiernos y fuertes, usar dulzura y firmeza, callar y hablar en el momento adecuado, reprender y corregir en modo justo» (Benedicto XVI).

* «Por la caridad amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. Es el ‘vínculo de la perfección’ (Col 3,14) y la forma de todas las virtudes» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 1844).

ORACIÓN 

Señor, que tu Evangelio lo haga vida en mí para poder tener comunidades en donde se respire tu paz y armonía. Que siempre busque llenarme de tu amor para aguantarlo todo y soportarlo todo.

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.