Alabamos bendecimos y proclamamos la grandeza de tu amor en este nuevo día de esta semana que estamos iniciando. Gracias, Señor, por nuestro descanso del fin de semana. Gracias porque comenzamos a sentir en nuestro corazón la grandeza de tu amor, la fe y la esperanza con la que iniciamos el caminar de esta semana.
Ayúdanos, Señor, para que, por medio de nuestras obras y acciones de esta semana, podamos sentir que verdaderamente tú no estás guiando y orientando. Danos la luz de tu amor para que la oscuridad no nos domine. Danos la fuerza de tu amor para que recorramos el camino y el sendero que nos invitas a seguir, pero ante todo que lo hagamos llenos de fe y de esperanza de optimismo y de alegría.
Regálanos la fe de Jairo y la fe de esta mujer de la que nos hablas en tu palabra, para que todo lo que nosotros llevemos para servir a nuestros hermanos sea tu presencia, nuestra generosidad y nuestra alegría. Que en este día nos permitas tocar la orla de tu manto, para sentirnos totalmente renovados y con la suficiente fuerza que nos permita afrontar nuestra semana sin importar los obstáculos que se presenten y ante todo que nuestros encuentros con las personas nos den la posibilidad de: hablar bien de todos, pensar bien de todos y hacer el bien a todos.
María madre de la bondad, de la ternura y la esperanza nos guarde en Su Santo Regazo. Amén.
Un muy feliz, esperanzador y productivo inicio de semana. Nuestra frase de la semana sea para cumplirla: “No me desespero, porque sé en quien he puesto mi confianza”.
Los abrazo y los bendigo.