1-mar.-2023, miércoles de la 1.ª semana Cuaresma

Bendecidos y amados en este nuevo despertar, te damos gracias y esperamos con mucha fe y optimismo iniciar nuestro camino. En el inicio de este mes dedicado a san José, nos ayude su intercesión para que nuestras labores y acciones sean bendecidas. Señor, tú eres rico en perdón y misericordia, por eso te pedimos una buena dosis de humildad y sencillez para reconocer ante ti y ante nuestros hermanos que somos débiles y que con frecuencia tratamos de cerrar los ojos a nuestras faltas y pecados. Fortalecidos con la gracia, lograda para nosotros con tu sacrificio en la cruz, te pedimos nos concedas valor para buscar tu perdón, para convertirnos y volver a ti sinceramente y de todo corazón y para servirte con generosidad a ti y a los hermanos. No queremos más signos, sino la señal que nos ofreces de conversión y reconciliación, de la nueva vida que surge de la aceptación de tu Buena Noticia. A todos nos confías una tarea y por ello es prioritario que tengamos clara cuál es la voluntad del Padre celestial en nuestras vidas. A esa voluntad divina queremos ser fieles y mantenernos en ella. Por eso, debemos silenciar las voces negativas y abrirnos a la escucha de tu Palabra. Señor, tú siempre nos ofreces los medios adecuados para que comprendamos qué debemos hacer en los momentos de aridez, duda o dificultad. Hoy te pedimos que nos contagies de la experiencia de locura de amor que tuvo san Juan de Dios, para que oremos por nuestros hermanos espiritual y físicamente enfermos y por los que están en soledad y tristeza. Con tu misericordia y tu mano sanadora: abrázalos, sánalos y libéralos y a todos concédenos tu santa bendición. Iniciemos nuestra jornada mirando hacia adelante y vislumbrando en lo alto de la montaña un amanecer lleno de satisfacciones y alegrías, porque en nuestro corazón tenemos la confianza de caminar contigo. Amén.

Un muy feliz y esperanzador inicio de mes, teniendo en cuenta que mis actos los realizaré según tu santa voluntad.  Feliz y bendecido miércoles.

NUESTRO MAYOR SIGNO ERES TÚ, SEÑOR.

Pensamientos para el Evangelio de hoy

• «Jonás era un sirviente, pero Yo soy el Maestro; y él fue arrojado por la ballena, pero Yo resucité de entre los muertos; y él proclamaba la destrucción, pero Yo he venido a predicar la Buena Nueva y el Reino» (san Juan Crisóstomo).
• «Una cosa está clara: la señal de Dios para los hombres es el Hijo del hombre, Jesús mismo. Y lo es de manera profunda en su misterio pascual, en el misterio de muerte y resurrección. Él mismo es el “signo de Jonás”» (Benedicto XVI).