Silencio de las comunidades en Urabá: Sinónimo de miedo

Monseñor Hugo Alberto Marín, obispo de Urabá, envió un llamado al gobierno nacional en el que describe la crítica situación de la región con el retorno de los paras y por ende el recrudecimiento de la violencia en esta zona del país. Además donde se solicita al gobierno nacional, de manera urgente, reforzar el pie de fuerza en esta región.

“La gravedad social que significa el asesinato de tantos líderes sociales y personas que empiezan a formar parte de los nuevos movimientos políticos independientes, legítimamente constituidos; no puede ser sinónimo de volver a la violencia que por tantos años acompañó estas tierras, es inaudito que reaparezca este fenómeno que se creía ya superado”, manifestó monseñor Alberto Marín.

Guerrilla pide apoyo espiritual de la Iglesia

A pesar de la presencia de sacerdotes en las zonas veredales, específicamente en la zona de Río Sucio, los mismos guerrilleros están pidiendo el apoyo espiritual de la Iglesia. Los encargados de asistir en cada una de las Diócesis a estos grupos están atentos al direccionamiento desde la oficina de reconciliación para iniciar este trabajo. Por ahora no se deja de hacer asistencia y presencia eclesial.

Las comunidades campesinas están a la expectativa y han manifestado buena voluntad para  colaborar con la  presencia y el trabajo de párrocos con los desmovilizados.

Sin embargo, se pide de todas formas, que además de reforzar el pie de fuerza por parte del gobierno, las comunidades que viven allí  denuncien, pero están aterrorizados, con miedo, temen a las retaliaciones de aquellos que llegan y aprovechan esta coyuntura para imponer nuevas leyes y autoridad en la región.

“Es tarea de todos los líderes de este territorio tomar conciencia de estas situaciones y encontrar juntos las soluciones”. A continuación las declaraciones de monseñor Hugo Alberto Torres Marín, Obispo de Apartadó: