Pasar al contenido principal

¿Por qué vestimos de morado en Cuaresma?

https://arquimedia.s3.amazonaws.com/256/formacion-catolica/dscn1751jpg.JPG

Cuando lo que llevamos por dentro se refleja por fuera

No es que la Cuaresma sea una temporada de moda como Primavera-Verano u Otoño-Invierno donde hay uno o varios colores que se proponen como tendencia; pero sí es una época muy importante para los católicos y el color morado (en tono preferiblemente oscuro, no pastel) nos recuerda que son 40 días de reflexión, penitencia y conversión espiritual.

Jesús fue vestido con una bata morada durante su Pasión a manera de burla por “ser el rey de los judíos”. Y es que, desde antes de su época, el púrpura era símbolo de la realeza. Por ejemplo, en el Éxodo, se puede leer que a Moisés lo mandan a hacer el tabernáculo “con diez cortinas de lino fino torcido y tela azul, púrpura y escarlata” (EX 26:1) y en las 2 Crónicas 3:14 que el rey Salomón manda a decorar el templo de Jerusalén con telas de este color.

 La Iglesia decidió conservar el morado como un símbolo no sólo de penitencia y luto (en anticipación a la crucifixión y de semejanza a Jesús), sino también como un recordatorio de enfrentar nuestros propios pecados, prepararnos espiritualmente y ayudar al prójimo para acercarnos más a Dios y a su reino (manteniendo así el carácter solemne tradicionalmente asignado al púrpura). No es sólo un color que se utiliza en la procesión del Nazareno, es el color de toda la Cuaresma.

Pero recuerda que de nada sirve llevar ropa morada sino teñimos nuestro corazón de ese color. Aprovecha estos días para reflexionar, hacer algún sacrificio, ayudar más al otro y ver cómo desde tu más sencilla cotidianidad puedes ser no sólo un mejor católico sino, sobre todo, una mejor persona.