Pasar al contenido principal

LOS PUESTOS MÁS IMPORTANTES

https://arquimedia.s3.amazonaws.com/63/jesus/jesus-y-nino-2jpg.jpg

Enseñanza para el XXV Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B

9,30   Al salir de allí atravesaron la Galilea; Jesús no quería que nadie lo supiera

- v. 3l porque enseñaba y les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará.

- v. 32  Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerles preguntas.

- v. 33  Llegaron a Cafarnaún y una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: “¿De que hablaban en el camino?”.

- v. 34  Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.

- v. 35  Entonces, sentándose, llamo a los Doce y les dijo: “El que quiera ser el primero, debe hacerse el último de todos y servidor de todos”.

- v. 36  Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y abrazándolo, les dijo:

- v. 37  “ El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí y el que me recibe, no es a mi al que recibe sino a aquel que me ha enviado”.

                                                                                              Mc. 9, 30-37

 

Introducción:

Por segunda vez Jesús anuncia que la hostilidad, que por su predicación del Reino, encuentra entre los poderosos de su tiempo, lo llevará hasta la muerte.

Luego del primero, como del segundo anuncio de la Pasión,  Marcos marca una reacción equivocada de los discípulos.

En el primero relata la reacción de Pedro que con una decidida oposición, pretendía un seguimiento de Cristo sin tener que pasar por el sufrimiento (Mc. 8,31-33).

En el segundo de estos anuncios, incluido en el texto de este domingo, se hace mención a la incomprensión de los discípulos que los llevó a discutir entre ellos sobre quién era el más grande, actitud totalmente opuesta al estilo de vida que Jesús les propone: vivir toda la vida con vocación de servicio y reconocerle, no en los grandes y poderosos, sino en los humildes y débiles.

 

Aportes para la Lectura:

-  9,30   Jesús y el grupo de discípulos abandonan el lugar donde se encontraban y emprenden un viaje hacia el sur que los llevará a Cafarnaún.

Jesús no quiere ser interrumpido, porque su deseo era completar la formación del grupo, de ahí su viaje de incógnito.

- v. 3l   Mientras caminaban a través de Galilea, el interés de Jesús está centrado en su enseñanza al grupo. Antes solamente en una ocasión, Jesús había podido enseñarles, fue después de la declaración mesiánica (Mc 8,3l), pero su instrucción fue tan mal recibida que llegó a llamar “Satanás” a Pedro (Mc 8,33).  En esta oportunidad su enseñanza, que encierra un nuevo anuncio de la muerte y resurrección, tampoco fue interpretada por sus seguidores.

En el segundo anuncio se omite todo detalle que lo vincule a un pueblo o a personajes concretos. Jesús anuncia que los responsables de su muerte serán los “hombres”.

La oposición entre “hombres” y el Hijo del hombre es común en los Evangelios. El Hijo del hombre se caracteriza por poseer el Espíritu de Dios y los “hombres”, bíblicamente hablando, son los que carecen de él y no comprenden ni secundan el plan de Dios.

- v. 32   Los discípulos siguen a su maestro por el camino, pero su actitud está lejos de ser un autentico seguimiento. La enseñanza de Jesús es tan contraria a sus pensamientos, que son incapaces de entenderla y por otra parte, teniendo en cuenta la protesta de Pedro que fue severamente reprendido, les da miedo formularles preguntas. 

Será después a la luz de la resurrección cuando comenzarán a comprender las palabras de Jesús.

- v. 33   Jesús acompañado de sus discípulos, luego de atravesar la Galilea, regresan nuevamente a Cafarnaún. Es la tercera y última vez que aparece el nombre de Cafarnaún en el evangelio de Marcos.  Fue allí donde Jesús empezó su actividad pública (Mc.1,21-22). A la misma ciudad volvió y dio a conocer a la multitud reunida en la “casa”, su primer mensaje universalista (Mc.2,1-2)

Una vez que estuvieron alojados en la ciudad, el Señor les hizo una pregunta que puso de manifiesto la mezquindad de los discípulos: Les preguntó ¿de que venían hablando?

- v. 34   Los discípulos no respondieron. Marcos hace referencia a la causa del malestar que sintieron al escuchar la pregunta: “Habían estado discutiendo sobre quien era el más grande”.

Tenían puesto su pensamiento en los lugares honoríficos que podrían ocupar en cuanto Jesús inaugurara el reino. Cada uno de ellos pretendía el primer puesto y esto provocaba discusiones.  No discutían sobre quien sería el más santo, quien de ellos tendría más gracias espirituales, quien respondería mejor a la gracia del Espíritu Santo, sino que tenían puesto su pensamientos en quien sería el “más grande”.

- v. 35   Ya que los discípulos no respondieron a su pregunta, Jesús tomó nuevamente la palabra para darles una lección.  Se sentó, como lo hacían los maestros para dar clases, y con pocas palabras les hizo saber cuales eran los primeros puestos en el Reino: los puestos de honor corresponden al que es último y al que se pone como servidor de los demás.

- v. 36   Para dar un ejemplo, Jesús pone un niño en el centro de los discípulos, mostrándole respeto y cariño (lo abrazó).

En la sociedad judía de la época, donde estaban, en primer lugar, los valores religiosos, la corriente farisea consideraba que el valor de una persona estaba en estrecha relación con su conocimiento y su práctica de la Ley. El último lugar en la escala estaba ocupado por los ignorantes de la Ley, entre los cuales estaban las mujeres y los niños.

Los niños son puestos en el último lugar, porque al desconocer la Ley la violaban constantemente.

Cuando Jesús llama a un niño y lo coloca en medio de los discípulos, está reconociendo como más importante para Él al que es menospreciado por los más religiosos y observantes de la Ley.

- v. 37   El gesto de predilección que mostró Jesús al abrazar al niño quedó fortalecido con las palabras que pronunció después: “El que recibe a uno de estos pequeños en mi nombre, me recibe a mí……”. Esta acción corresponde al envío de Jesús: quien así obra, obra en relación con Dios mismo, porque Dios está presente en los últimos y más pequeños.

 

 Aportes para la Meditación:

¿Aceptamos y vivimos las cosas de Dios de acuerdo al Evangelio o nos cuesta “comprender” lo que Jesús nos dice?

            ¿Actuamos como “los niños”, es decir, suprimiendo de nuestro corazón la envidia y la ambición, que nos lleva a desear los primeros puestos, como lo hicieron los discípulos?

¿Estamos dispuestos a romper con nuestra ambición de figurar, de ser alabados, reconocidos y ocupar “el último lugar” y desde allí ponernos al servicio de los demás?

 ¿Entendemos y aceptamos el servicio a los hermanos como el principal sentido para nuestra vida?

            ¿Cuáles son las formas concretas con las que cumplimos este servicio a nuestros hermanos, cada día?

Modelo de Oración:

Señor:

Muéstranos el camino

que lleva a darlo todo por los demás.

 

Ayúdanos a tener las mismas preocupaciones,

sentimientos y opciones de Jesús.

 

Haz que atendamos las necesidades,

sufrimientos y esperanza de nuestros hermanos

haciéndonos servidores  de todos.

 

Contemplación/Compromiso:

            En el último paso de la Lectura Orante nos parece bueno recomendar que dejemos unos cuantos minutos para contemplar todo lo que el Señor nos ha dicho con su Palabra, lo que le hemos dicho a través de la oración, y sobre todo descubrir a qué nos comprometemos, qué acción para transformar nuestro pequeño mundo realizaremos. Siempre debe ser algo muy concreto y en coherencia con lo que el Señor nos pide en su Palabra. 

 

 

 

Síguenos en nuestra FAN PAGE de FACEBOOK PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE TORCOROMA BOGOTÁ

 

Instagram