El viernes 20 de septiembre se celebró la  apertura oficial de las actividades (conferencias, ceremonias litúrgicas, actos culturales) con intención  de celebrar las Bodas de Plata de  la parroquia Dei Verbum.  Con ese motivo y a partir de las 7:15 p.m. en el Templo Parroquial se ofreció una importante conferencia bíblica, impartida por el reconocido sacerdote Eudista, pbro. Fidel Oñoro, un religioso experto en temas bíblicos, reconocido mundialmente  por su dedicación a la Palabra de Dios.

En su presentación, el padre Oñoro mencionó, que para él era muy significativo dar esta charla precisamente en esta parroquia cuyo nombre “Dei Verbum”, significaba  para él la fuente principal de su servicio al Señor.

Después de una invocación inicial al Espíritu Santo, mencionó como dentro de su inmersión en los textos bíblicos había encontrado especial interés por los salmos y como aquellos eran principalmente “rezados” por la mayoría, pero no “orados”. En especial de la importancia de el salmo 63, que es catalogado por él, si no como el primero, quizás el segundo de mayor importancia, no solo porque es mencionado en diferentes partes de la liturgia, sino porque contiene todos los elementos que nos revelan el proceso del encuentro con Dios.

El padre Fidel, empezó con la Lectio Divina (Lectura en Dios) de este cántico , con el ejercicio de la lectura pidiendo posteriormente a los asistentes releer el mismo pasaje en grupo.

Durante la jornada espiritual, el padre Oñoro, reflexionó  profundamente en el salmo 63,  advirtiendo su riqueza en contenido y llevando a los asistentes a entenderlo de una mejor manera, explicando cada una de las partes que componen el texto, descifrando las palabras e interpretando los mensajes que de manera especial hacen de este canto de albanza un verdadero decálogo de amor, confianza y oración al Señor.

Un excelente inicio de celebración, por los 25 años de servicio en Cristo de la parroquia Dei Verbum.

Salmo 63

1 Salmo. De David. Cuando estaba en el desierto de Judá.

2 Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en pos de ti languidece mi carne, cual tierra seca, agotada, sin agua.

3 Como cuando en el santuario te veía, al contemplar tu poder y tu gloria,

4 - pues tu amor es mejor que la vida, mis labios te glorificaban -,

5 así quiero en mi vida bendecirte, levantar mis manos en tu nombre;

6 como de grasa y médula se empapará mi alma y alabará mi boca con labios jubilosos.

7 Cuando pienso en ti sobre mi lecho, en ti medito en mis vigilias,

8 porque tú eres mi socorro, y yo exulto a la sombra de tus alas;

9 mi alma se aprieta contra ti, tu diestra me sostiene.

10 Mas los que tratan de perder mi alma, ¡caigan en las honduras de la tierra!

11 ¡Sean pasados al filo de la espada, sirvan de presa a los chacales!

12 Y el rey en Dios se gozará, el que jura por él se gloriará, cuando sea cerrada la boca de los mentirosos