Queridos hermanos, bienvenidos a la celebración de la Eucaristía en este tercer Domingo del tiempo ordinario.
Este día retomamos la lectura del Evangelio según San Mateo, el cual nos acompañará durante todo el presente ciclo litúrgico.
La luz que brilló en la Navidad, esa luz, sigue haciendo eco en la liturgia de hoy.
Pidiendo de corazón a Dios esa luz que nos ilumine en nuestros proyectos de vida, comenzamos esta liturgia cantando ...
Los textos litúrgicos de este Domingo giran en torno a Jesús, que es en verdad la luz, la alegría y la salvación. Jesús comienza hoy a proclamar su Evangelio y a llamar a sus primeros cuatro discípulos para que lo sigan: Simón, llamado Pedro, Andrés, Santiago y Juan.
Dispongámonos con atención a escuchar esta palabra de vida y salvación.
- Por nuestra Iglesia Católica, para que busquemos cada día con mayor afán el rostro de nuestro Señor Jesús, y nos esforcemos en purificarnos de todas sus faltas y pecados. Oremos.
- Por los que gobiernan todas las naciones para que trabajen con interés y constancia por la paz y el bienestar de sus pueblos, a fin de que reine entre todos la justicia y la paz. Oremos.
- Por los que sufren la ausencia de Dios en sus vidas, para que el anuncio de conversión que Cristo-Jesús nos ha transmitido ahora haga eco y llene el vacío de su corazón. Oremos.
- Por nosotros, reunidos en torno al altar, para que seamos constructores del Reino de Dios, según los dones que cada uno haya recibido. Oremos.
- Por el incremento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, especialmente en nuestra Arquidiócesis de Bogotá y en aquellos lugares que sufren por la falta de ministros ordenados que los sirvan. Oremos.
Sergio Pulido Gutiérrez, Mons.
Canónigo de la Catedral y Párroco de San Luis Beltrán
