En el 2023, más de 37 mil personas, en estado de vulnerabilidad, fueron acompañadas por la Arquidiócesis de Bogotá

Acogiendo el llamado del Papa Francisco a ser una Iglesia en salida, misionera, que, como el Buen Samaritano, se acerca, reconoce y acoge las realidades humanas, llevando cobijo espiritual y material, en pro de la dignidad de la persona, la Arquidiócesis de Bogotá, durante el 2023, buscó fortalecer su acción pastoral y evangelizadora, desde la Diaconía o Servicio para el Desarrollo Humano Integral, que involucra la atención a niños, jóvenes, adultos y personas mayores en condición de vulnerabilidad.

Para ello, entre diversas acciones, emprendió un proceso de fortalecimiento estructural, en el que, a partir de los núcleos: periferias existenciales (dignidad humana); cuidado de la Casa Común; educación; y compromiso ciudadano, centró su acción en la formación y acompañamiento de las distintas coordinaciones, desde las que se canaliza el trabajo social y pastoral con la población de esta ciudad-región.

En esta línea, el informe de gestión de la Diaconía para el Desarrollo Humano Integral destaca la puesta en marcha y el fortalecimiento de obras como:

- Casa La Esperanza: En el periodo febrero - noviembre 2023, acogió 140 mujeres, provenientes de diversos lugares del país, como: Casanare, Antioquia, Arauca, Villavicencio y municipios aledaños a Bogotá, quienes accedieron a este servicio al ser personas de escasos recursos económicos, que deben quedarse en la ciudad por tratamientos médicos para ellas o para algún familiar. En la casa se les brindó alimentación, hospedaje, servicio de lavandería, apoyo psicosocial y espiritual.

- Casa para el Adulto Mayor Hermano Ettore: Alberga 16 mujeres de avanzada edad, en condición de pobreza y abandono, a quienes brinda un hogar, cubriendo sus necesidades cotidianas y médicas.

Durante el 2023, brindó los sábados un promedio de 200 almuerzos, y los domingos alrededor de 350 desayunos a habitantes de calle y personas de escasos recursos, en el sector Las Cruces.

En alianza con la parroquia Nuestra Señora del Carmen – Las Cruces y de comunidades religiosas presentes en el sector, también se adelantó entrega de mercados, habilitación de roperos, entre otras acciones en beneficio de esta población.

- Red para el cuidado de la dignidad humana: Proyecto adicciones / Centro Pastoral San Gabriel

En articulación con la Fundación DOMUS Colombia, la Comunidad Sagrada Familia de Urgel, la Comunidad San Vicente de Paul, Casa de la Medalla Milagrosa y la Arquidiócesis de Bogotá, se busca acoger y acompañar en su proceso de recuperación a personas en situación de adicción. El año anterior se logró el acompañamiento de 45 jóvenes.

- Centro Integral San Juan de Dios: desde esta obra, ubicada en la localidad Santa Fe, a partir de noviembre 2023, esta Arquidiócesis con el apoyo de la Asociación Laical Samaritanos Di Padre Pío viene acompañando a 60 adultos mayores del sector, en diversos espacios de encuentro como: talleres de manualidades, danzas, alimentación saludable.

Se proyecta la construcción del ropero y del banco de alimentos en el sector.

En esta obra, además, se espera a atender a niños, jóvenes y mujeres en periodo de gestación y madres cabeza de familia de la UPZ Lourdes. Y otros servicios que se irán consolidando.

- Casa de la Misericordia Santa Rita de Cassia – Comedor María de Jesús: Obra en proyección que busca brindar acompañamiento humano y espiritual a niños, niñas y adolescentes, en edades entre los 7 y los 15 años.

También a gestantes con edades de 15 a 17 años, colombianas o extranjeras, que se encuentren en situación de vulnerabilidad en el barrio Alfonso López, localidad de USME en Bogotá D.C.

- El fortalecimiento de la pastoral con los hermanos de la calle y del adulto mayor; de la pastoral de la salud; pastoral penitenciaria; pastoral de movilidad humana; el cuidado de la casa común; el trabajo por la protección a niñas con derechos vulnerados; y la atención a menores con discapacidad cognitiva, múltiple y sensorial, son otros frentes que se destacan dentro del accionar social de la Iglesia católica en la capital. Los cuales cuentan con el apoyo de fundaciones, comunidades parroquiales, vida consagrada y voluntarios.

En cifras:

Desde la Pastoral Penitenciaria Arquidiocesana, se acompañó, espiritual y materialmente, a más de 19 mil personas privadas de la libertad en los centros penitenciarios Buen Pastor, Picota, Distrital y Modelo; y en la URI de Puente Aranda, El Centro de Reclusión Especial. También, en las estaciones de policía de Santa Fe, la Candelaria y los Mártires. El acompañamiento se extendió a las familias de los privados de la libertad.

En el tema de movilidad humana se acompañó, a través de la Fundación de Atención al Migrante  - FAMIG, a migrantes extranjeros y colombianos afectados por desplazamiento interno, con: alimentación, alojamiento, asesoría jurídica y psicosocial, formación en proyectos productivos, entre otros aspectos ( las cifras de atención son manejadas directamente por la Fundación y no se encuentran descritas en el informe).

También, se continúa trabajando en la proyección del sistema educativo arquidiocesano ( involucra 15 mil estudiantes y sus familias, además del cuerpo docente y administrativo), de la pastoral educativa (acompañamiento a colegios públicos -  1.700 estudiantes), y del proyecto de voluntariado de la Arquidiócesis de Bogotá, con el que se logrará un mayor alcance en la ejecución de las distintas acciones.

Desde el cuidado de la Casa Común, se adelantaron distintas jornadas formativas y ambientales.

También, se trabajó en la articulación con las Fundaciones Arquidiocesanas, que acompañan distintos frentes sociales. Actualmente, se cuenta con 7 instituciones de este carácter, descritas en el informe, cada una con un significativo impacto según el servicio brindado ( Este impacto se suma a la cifra planteada en el informe).

Se avanzó en la línea de reconciliación y paz, así como en la cultura del cuidado.

Lea informe completo aquí

“Desde la Diaconía para el Desarrollo Humano Integral se proyecta la salida misionera como comunidad de servicio, desde la planeación elaborada conjuntamente, hasta la articulación entre las mismas coordinaciones en diferentes acciones pastorales y la proyección al acompañamiento de la base”.